Su rostro se desencajó por completo. Ahora no veía a aquel sonriente y cálido muchacho, solo podía ver a un traumatizado y muy enojado joven. Sus ojos se oscurecieron un poco y mantenía el cejo fruncido.
-¿Te hizo algo más además de las heridas?.- preguntaba sin mirarme a los ojos mientras examinaba mis brazos.
Yo baje mis mangas lo mas que podía.
-¡NO!.- respondí.
-Vuelvo enseguida.- dijo levantandose de inmediato.
-¡NO POR FAVOR PERCY!.- me lancé hacía el chico deteniendolo del brazo.
-Medusa no puede quedarse esto así, pudo haberte matado, ¿que acaso no lo vez?.- me decia el chico con rudeza.
-Lo... lo siento.- le dije
-Tu no deberías sentirlo.- me contestaba tomndome por el mentón con calidez.
-Siento habertelo contado. No debí meterte en ésto.- le decía sin mirarlo.
-Mírame por favor.- me decía con dulzura de nuevo.
Lo miré y comencé a llorar. Me lancé a sus brazos y el me sostuvo consolandome.
-Jamás te volverá a poner un dedo encima, te lo prometo.- me decía mientras acariciaba mi espalda con ternura.
-No Percy por favor, no lo hagas, por favor te lo suplico, él podría matarte.- práctiamente comenzaba a rogarle. Env erdad temía por su vida.
-No puede hacerlo Medusa.- me decía con seguridad.
-No sabes de lo que es capaz. Son monstruos, los protegen los Dioses, por favor Percy.
-Esta bien.- contestó al fin despues de varios segundos en silecio.
-Pero debes prometerme que saldras de ahí. Ésta misma noche.- me decía mientras me miraba directamente a los ojos.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me invadieron la ansiedad, el miedo, la adrenalina y la emoción.
-Yo...- le dije al chico
-Yo iré por ti mientras duermen todos.- mientras tanto prométeme que te mantendrás a salvo. Solo esta tarde.
-Está bien. Lo prometo.- dije casi al instante.
El chico acarició mi mejilla con su pulgar y me dedico una tierna sonrisa logrando que me derritiera completamente.
-Te veo ésta noche Medusa.
Me dijo para luego desaparecer de mi vista.
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MEDUSA
Historical FictionTodos piensan que es mala, que es solo una arpía que seduce a los Dioses y luego los petrifica para su colección personal. Que es un monstruo, un demonio que merecía el destierro y la muerte. Pero no siempre fue así. Esta es la historia de una bella...