Prince Styles

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CAPÍTULO 3

"Un chico de novela"

—Entonces lo que estaba pensando era que, si tú y yo nos casamos y tenemos un hijo, podríamos llamarlo "Tobías" y así tendría el apellido Styles y se llamaría como el príncipe —Olivia suelta a la vez que buscaba dentro su bolso las llaves de su hogar.

Ugh, no por favor.

—¿Me estás pidiendo matrimonio? —molesto observándola.

Ella tenía una rodilla elevada donde apoyaba su mochila mientras rebuscaba sus llaves dentro. Me dirige una rápida mirada de: "no jodas" antes de sacar su llavero.

—Dame eso, se te va a caer —digo tomando su mochila cuando veo que está apunto de resbalar de su muslo.

—¿Te digo algo? Eres uno de los chicos más atentos que he conocido en esta escuela —dice entrecerrando sus ojos en mi dirección, ladeando la cabeza.

Luego de salir de clases, Louis fue directo a la tienda de herramientas donde trabajaba. Sin embargo, eso no fue impedimento para que acompañe a Olivia camino regreso a casa. De igual manera, como ella lo había prometido, estábamos frente a su hogar.

Aun no sabía si saldríamos a algún lado o si sólo nos quedaríamos en su casa... no tengo idea de qué haríamos, pero quería que se divierta y se abriera a mí. Me da mucha curiosidad verla físicamente diferente, sin ese maquillaje encima.

—Eso es un cumplido, gracias —acepto dándole una pequeña sonrisita sin despegar los labios.

Sus ojos ruedan a la vez que su mano giraba la llave en la manija de la puerta.

—Tal vez Jasper esté en mi cuarto. No te asustes, es amigable —ella suelta abriendo la puerta de su hogar.

¿Y quién es Jasper?

La casa se encontraba en silencio absoluto. Olivia se hace a un lado dejándome pasar a una sala no tan grande. Dos sillones color blanco, una televisión mediana y una alfombra decorando al medio. A mi mano izquierda se veía una mesa color marrón para seis personas. Encima había dos floreros. No puedo pasar por alto la cantidad de cuadros colgados que había colgados por la pared y un pasillo dividiendo la sala y el comedor. Fotos o pinturas, dibujos... todo acomodado perfectamente alrededor para que el ambiente se vea y sienta acogedor.

—¡Hola, mi amor! —Olivia chilla unos metros delante de mí, haciendo que despegue mi concentración de los adornos y la observe a ella:

El sonido de pisaditas y un jadeo suave se hicieron presentes desde las escaleras. Un perrito venía bajando por ellas moviendo su cola ansioso. Okay, no era un perrito. Era un gran perro, un labrador para ser exactos.

El rubio animal se para en sus dos patas traseras saludando a Olivia con muchas lamidas, las cuales ella evitaba alejando su rostro entre risitas.

—Quieto, muchacho. Tenemos visita. —Olivia regaña tomando las patas de Jasper, haciendo que el perro se pare sobre sus cuatro patas de nuevo—. Harry, él es Jasper, mi hijo —informa graciosa señalando al amigo canino examinándome desde su puesto.

—Hola, Jasper, soy Harry —saludo colocándome de cuclillas, extendiéndole lentamente mi mano para que entre en confianza.

Jasper eleva su cabeza buscando la aprobación de su dueña. Olivia le hace una seña con su mano invitándolo a acercarse a mí, y eso hace. Su gran pata peluda se coloca sobre mi palma mientras que su cola se sacudía de lado a lado, emocionado.