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-Aconsejo que empiecen el capítulo con la canción en multimedia y repítanla cuantas veces quieran... Le da ambiente a la escena. *c ríe y c va corriendo*


CAPÍTULO 28

"Voy a ser tu maldito Rey"

Harry/Edward's POV:

Desde que tengo uso de razón he imaginado este momento.

Quizá no siempre como un futuro rey, quizá más que todo porque sabía que al fin mi padre dejaría el trono y mi primo Tobías lo tomaría.

Se me hacía genial imaginar a Tobías como un rey.

Pero luego empecé a crecer.

Y los celos e injusticia me quemaban por dentro. Cada día de mi adolescencia pensaba... "¿por qué no puedo serlo yo? ¿Acaso él es mejor?"

Conozco la historia. Parece ficción, un cuento inventado por el mismo creador de Peter Pan, pero no. Era la historia de mi vida. La historia en cómo mi papá con su estúpida promesa a Inglaterra me quitó la libertad.

Y es que meses después de que Tobías haya nacido, mi padre prometió al país que ese sería su futuro rey. No, él no pudo esperar a descubrir tan solo tres meses después que mi madre estaba embarazada de mí.

¿Por qué no pudo cerrar su boca y no prometerle nada al reino hace dieciocho años? ¿Tan desesperado estaba por tener un heredero varón a toda costa?

Y él y su gran orgullo no pudieron retractarse. No pudieron admitir y contarle al mundo que yo venía en camino. No quería cambiar su pensar, no iba a cambiar su decisión sobre Tobías.

Así que yo tuve que nacer, crecer, y vivir como un secreto.

Jamás le guardé rencor a mi primo. Yo sabía que no era su culpa.

¿Pero lo envidiaba?

Mierda, sí.

Siendo parte de la realeza crecí siguiendo reglas y obedeciendo restricciones. De niño me enseñaron a callarme y aceptar que "ese era mi destino".

Mi mamá intentaba mejorar las cosas diciéndome que "cuando tu primo sea coronado rey, tú serás libre".

De pequeño no podía entenderlo, pero al cumplir los dieciséis años pensé en todos los posibles escenarios. Estudié, busqué información para ver si lo que planeaba hacer era legal y podía llevarse a cabo...

Sí se podía.

Sí podía reclamar mi puesto.

Pensé muchas veces: ¿y si coronan a Tobías antes de que yo cumpla los dieciocho? ¿Qué haría? ¿Con qué excusa reclamaría mi trono?

Pero justo en la cena de mi cumpleaños número diecisiete, mi padre, orgulloso de su decisión, informó a toda la familia que Tobías sería coronado el primero de febrero del siguiente año.

Exactamente cuando yo cumplía los dieciocho.

Yo tomé eso como una señal.

Esa era mi única oportunidad.

Y el momento había llegado.

Estaba de regreso afuera, con toda la multitud, frente al escenario.

La banda y el coro de música se escuchaba por los altavoces alrededor. Los reporteros se encontraban en silencio mientras que los camarógrafos grababan la misa en vivo.

Prince StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora