Prince Styles

11

CAPÍTULO 11

"¿Quién eres, Harry?"

¿Por qué es tan complicado dejarme llevar y confiar?

¿Por qué no creía que esto era lo correcto?

¿Por qué dudo si en verdad Harry me gusta? ¿Lo hago? Sí lo hago, sí me gusta. Por algo acepté arriesgarme con él...

Tengo muchas emociones encontradas ... como miedo e inseguridad. ¿Soy suficiente para un gran chico como Harry? Se siente demasiado bien para ser verdad; así no funcionan las cosas. Debe haber algo malo, algo oculto; Harry no puede ser tan perfecto como parece. 

—Papá, ¿me prestas tu computadora? —digo acercándome a él, quien se encontraba recostado en el sillón viendo una película. 

Soy una hija de perra... Esto estaba mal, muy mal, me voy a arrepentir.

—¿Y la tuya? —consulta.

—La dejé en casa de Louis —miento. 

Tengo dudas. Tengo muchas dudas y debo aclararlas de alguna manera. 

—Pero esa es la laptop de mi trabajo, Liv —papá contesta—. Sabes que no puedo dártela. Tengo información confidencial ahí.

....y es justo por eso que la quiero...

—Sólo la quiero para buscar algo en internet, será rápido —prometo.

Lo vi no muy convencido de su respuesta, pero al final, él dio un suspiro y asintió despacio con su cabeza.

—Está bien, úsala, y la devuelves a donde estaba —ordena aceptando—. Usa la primera contraseña.

Bingo

La computadora de papá era peculiar. Tenía como dos personalidades, era bipolar: Si ponías una contraseña al ingresar, sólo se abría como una pantalla de inicio normal; pero si metías un USB especial y otra contraseña, se abría una de las páginas especiales de la policía. Era alucinante, tenías información de todas las personas ahí.

Sí, voy a hacer lo que están pensando.

Corro a la habitación de mis padres. Esto es una terrible idea...  Al ser sábado, mamá había salido con una amiga suya; y yo en verdad debería estar ahora en la pijamada con Louis y Harry... pero de pronto me entraron muchos nervios de verlo.

Y no, no eran de esos nervios bonitos y románticos. Eran unos nervios de... ¿cómo se supone que debo actuar ahora con él?

El miércoles que se fue de mi casa, estuve todo el resto del día suspirando como una tonta. Al día siguiente, jueves por la mañana, Louis y Harry, como siempre, esperaron por mí para ir a tomar el bus. Al oji verde no pareció importarle que mi mejor amigo nos pudiera ver, pero a mí sí. Demonios, me importaba mucho lo que mis amigos podrían opinar sobre mí y Harry. Ni siquiera estamos juntos. No vamos a ser novios, ¿o sí? No, esto es sólo un jueguito para pasar el rato. 

Sin embargo, ayer viernes cuando partimos de regreso a casa después de un día de escuela, Louis no estaba con nosotros porque a él le tocaba trabajar. En el camino, Harry sujetó mi mano y la mantuvo entrelazada con la suya todo el recorrido.