Prince Styles

19

CAPÍTULO 19

"Mentira envuelta en otra mentira"

Harry/Edward's POV:

No me había atrevido a decir una palabra desde que el papá de Olivia ingresó a la casa. No me moví un centímetro de mi lugar aún así el señor Ward haya empezado a avanzar hacia la mesa donde nos encontrábamos mamá y yo.

No entendía un carajo, pero creo que ahora las cosas sí tenían sentido... o al menos un poquito.

Augusto no apartó su mirada de la mía mientras tomaba asiento al lado de mi madre; ellos dos se saludaron con un apretón de manos y una corta sonrisa.

Ajá, entonces... ¿ustedes se conocen o qué onda?

—Edward, hijo, toma asiento —mamá soltó.

Y una mierda, él sabía quién era yo... oh, Jesús, qué vergüenza, qué vergüenza. ¡Estoy saliendo con su hija y le dije que soy un huérfano Australiano! ¡Mierda, debe de odiarme!

Trago saliva volviendo a sentarme al lado izquierdo de mamá, teniendo al papá de mi novia en frente, bastante tranquilo, la verdad.

Augusto soltó una fuerte exhalación entrelazando sus dedos sobre la mesa. Bajó la mirada, pensando, y luego la volvió a subir hacía mí.

Me voy a cagar en los pantalones, jodida mierda, esto es malo.

—¿Le contó la historia? —el hombre pregunta a mi mamá.

¡Ah! ¡Y hay una historia!

—No, te estaba esperando —mamá contesta.

Siento que voy a vomitar la pizza que me comí; y eso no sería bueno porque estaba muy rica y sería lamentable que mi estómago la pierda.

Quería decir en voz alta: "Má, ¿qué chingados está pasando?" pero no iba a decir eso porque nunca he dicho una grosería frente a mamá, y dos: me da cosas decirle "mamá" a mi madre con un "desconocido" al frente.

—Bien —Ward suelta en un carraspeo—. Edward —me llama.

Jesús.

—¿Sí? —susurro intimidado.

A este punto ya no sabía qué decir, qué hacer, o qué más esperar por parte de mi familia.

—Primero que todo, lamento todas las veces que lo tuteé de "Harry", era muy incómodo llamarlo como si fuera un jovencito normal —avisa.

Estoy tan, tan confundido, maldita sea...

¿Desde cuándo sabe que soy un príncipe?

—No, no... —niego frunciendo mi ceño— Usted sígame llamándome Harry, soy Harry aquí.

—No en estos momentos, alteza —refuta severo—. Menos con su madre en frente.

Me lleva la que me trae.

—Hijo —mamá interrumpe, colocando su mano sobre la mía—, vamos a aclarar todas tus dudas, no desesperes.

No, sí, tranquila, ah. 

—Todo es una historia —el hombre habla—, comenzó hace... ¿dos años?

¡¿Dos años?!

—Sí, por ahí —mamá afirma.

Sentía un hormigueo que recorría mis hombros y espalda. Todos mis músculos estaban tensos, yo sólo estaba ahí moviendo mis ojos y escuchando atentamente cada palabra; no podía hacer más.