Prince Styles

26

CAPÍTULO 26

"La despedida más triste de mi vida"

Harry/Edward's POV:

—No vas a negarme que es la pizza más rica —Olivia acusa con su boca llena.

Ruedo mis ojos y me apuro en masticar la pizza para tragarla y poder responderle.

—Casi nos roban —le recuerdo.

Mi chica se sienta al filo de su cama mientras chupa las yemas de sus dedos, rescatando el último sabor que le quedaba de su pizza.

—Lo valió.

Mi princesa y yo decidimos que, después de una mañana espantosa de resaca, sería bueno ir un rato a nuestro lugar secreto para comer pizzas. Sin embargo, cuando me asusté porque había mucha gente de mala pinta a nuestro alrededor, decidí pedir la pizza "para llevar" y regresamos lo más rápido posible al pueblo.

Pero maldita sea que estas pizzas eran deliciosas. Me he comido cinco grandes triángulos y Olivia tres.

—No vas a tocar mi cabello con esas manos llenas de grasa —advierto mirándola.

—Recuérdame otra vez por qué carajos quieres cortarte esa preciosa melena.

Las palabras de mi padre ayer hicieron efecto en mí. Y aunque él no supiera mi plan de tomar el trono, tenía razón: mi cabello está muy largo para ser alguien de la realeza... y aunque mis bandanas eran perfectas y las amaba mucho porque gracias a ella descubrí mi estilo, no se verían bien vistas en el palacio y debía deshacerme de ellas.

Claro que no podía decirle eso a Olivia.

—Quiero un cambio de look —miento.

Meto el último pedazo de pizza en mi boca finalizando así con mi merienda. Cualquiera diría que soy un muerto de hambre, pero la verdad es que mi apetito ha incrementado esta semana. Y a pesar de que Johanna me haya servido un plato grande de almuerzo hace unas horas, quería más comida.

Según Louis, es porque me estoy transformando en un hombre.

Según yo, a este paso me volveré obeso.

—Puedo dejar tus rulos, ¿verdad? —pregunta.

Confiaba en mi chica para que corte mi cabello. Ella fue quien lo hizo cuando recién llegué al pueblo y le había quedado de maravilla.

—Sí, sólo ya no quiero parecer un león... —suelto en una risita.

No me daba risa.

Amaba parecerme a un león.

—Okay —ella musita, poniéndose de pie.

Sé que a Olivia le gustaba mi cabello justo como está ahora, pero ella no diría nada para hacerme cambiar de opinión. Sabe que esta es mi decisión, y aunque no le agrade, la respetaría.

La veo salir de su habitación y sé que ha ido por las tijeras y esos utensilios que su madre usa para trabajar en la peluquería.

Así que empiezo con mi plan.

Como al medio día, Louis me dejó su cuarto para mí solo cuando le comenté que quería grabarle una canción a Olivia. No me demoré mucho escribiendo la letra, pero se me dificultó un poco al grabarla.

Descubrí que mi amigo oji azul tenía un talento con el piano.

Tommo me ayudó a acomodar el ritmo y él fue quien tocó la lenta melodía. Agradecí que Johanna y las gemelas estaban fuera de casa porque así tuvimos silencio y fue fácil grabar la música con solo mi celular.