Alice.
Decir que estaba feliz era poco, si, era cierto que yo no había declarado, sin embargó me sentía renovada, sentía como cuando Harry Potter arrancó de él la parte de Voldemort; en ese caso, Voldemort era Wilson. Quien en ese momento estaba siendo montado a la patrulla con rumbo a la cárcel. No pude evitar sonreír ante la expresión de Wilson. Por un momento me sentí asustada, pero luego recordé el punto positivo, y en lo único que pude pensar, o lo único que pude hacer en ese momento fue abrazar a Agnes y a Helen por el maravilloso trabajo que habían hecho. Pasé mi mano por el cuello de Andrew, sorprendiéndolo. Estaba muy contenta y eufórica. Sin embargó, un destello de tristeza y desconfianza se posó sobre mi felicidad al momento de ver en un televisor la noticia de que una cabaña a las afueras de la ciudad había quedado totalmente quemada por una fuga de gas. Si, esa era la cabaña de Wilson y no, no había sido una fuga de gas. De alguna manera debíamos deshacernos de toda la evidencia y de los archivos, y en ese momento, no había otra manera.
—Eso ya pasó, Alice, no te preocupes por eso.—La cara de Andrew mostraba seguridad.
—Es solo que me da miedo si de pronto alguien lo llegase a saber.—respondí preocupada.
—Ya se acabó, Alice, él no volverá a hacernos daño.—le dí una sonrisa de boca cerrada y salimos junto con los demás de la fiscalía. El aire estaba fresco y el sol pegaba de frente a nosotros. El día estaba cálido, y se estaba adaptando perfectamente a mi estado de ánimo.
En ese momento, ya Wilson estaba en la cárcel, o por lo menos camino a ella, lo que significaba que debíamos devolver los vídeos de la policía y el teléfono de Sara para empezar legalmente con la investigación de su homicidio; eso me hacía feliz, pues íbamos a poder saber que había pasado realmente con nuestra amiga así la investigación demorara meses.
Subimos al auto de Cris nuevamente y llamamos a Even para contarle todo lo que había pasado. Ella no había podido ir porque sus tías no la dejaron involucrarse.
De repente ví como Helen, de la alegría, le dió un beso corto a Cris—en la boca— eso me sorprendió demasiado y no pude evitar sonreír y mirar a Andrew para reírnos juntos. Nunca pensé que el fuera capaz de decirle a ella lo que sentía, o ¿había sido al revés? Eso sería algo que Helen haría. Necesitaba todos los detalles. Como no teníamos a alguien acosándonos podíamos hacer lo que quisiéramos sin preocuparnos por Wilson—o eso creía—así que ese día le iba a preguntar.
Agnes se había quedado dentro para terminar de firmar unos papeles y nos dijo que nos adelantamos al restaurante, pues eso era digno de celebración. Llegamos a el restaurante frente a la estación. Estaba casi vacío, sin contar a un par de personas sentadas en la parte superior del lugar. Me senté apenas vi un asiento, pues los tacones ya me tenían cansada, y andar con una blusa de mangas largas y oscura daba demasiado calor. Media hora después ya Agnes había llegado, y trajo con ella a una Even contenta y eufórica. Pedimos algo de almorzar y el resto de la tarde la pasamos riendo y disfrutando de nuestra momentánea libertad.
—
—Nunca había estado tan contenta— dijo Helen sentada en el sofá riendo y abrazándome por detrás del cuello. Estaba ebria.
Luego de almorzar cada uno fue a sus casas y decidimos que haríamos una pijamada como era costumbre unos años atrás. Era viernes, por lo tanto no teníamos que preocuparnos por las clases el día siguiente. Estábamos todos en la casa de Andrew, pues era la casa mas grande y ademas sus padres se habían ido de viaje hacía unos días; todos excepto Even, a quien nuevamente no habían dejado involucrar en una pijamada con personas que sus tías no conocían, nosotros. Llevamos dulces, crispetas, gaseosa y no se Cris de donde había sacado una botella de Wisky, el punto fue que él Y Helen fueron los únicos que tomaron en toda la noche, y quienes al rededor de las 11:00 pm ya se habían quedado dormidos.
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La Culpa de lo que Somos.
Mystery / ThrillerHelen, Cris, Andrew y Alice son cuatro buenos amigos con unas vidas relativamente normales y tranquilas. Todo cambia para ellos cuando uno de sus allegados muere: Sara Strong. Su vida dará un giro de 180 grados, al tener la obligación de descubrir q...