El Anillo.

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Helen

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Helen.

Camino por toda la sala de la casa de Alice, desesperada por la intriga de saber por qué se llevaron a Wilson.

—Helen, siéntate—dijo Alice—cuando te desesperas se activa tu lado obsesivo compulsivo.—le dí una mirada confundida y ella continuó—has organizado las servilletas de forma vertical ya tres veces—miré mis manos y noté que tenía un par de servilletas en las manos, las dejé sobre la mesa y me senté junto a Cris. No me había dado cuenta que estaba haciendo eso.

—¿Qué vamos a hacer? ¿Por qué se lo llevaron? Y si nos delata pensando que fuimos nosotros.—dijo Andrew.

Respiré profundamente y dije—Si es así, debemos hacer una coartada. Pero para hacerla, debemos saber que preguntas respondió el oficial, para saber que respuestas contradecir.

—Ese es el problema, no sabemos que va a decir.—respondió Cris.

—¿Hay alguna persona que sepa mucho de tecnología? Que sea capaz de... hackear.—Continué, con la idea de poder interceptar las cámaras de la policía.

El silencio se cruza por toda la sala, y por un par de minutos pensamos en alguna persona que nos pudiera ayudar, esa persona, lógicamente, tenía que ser de confianza, de pronto Alice alzó la cabeza y dijo:

—Pues, alguien un día me contó que había hackeado la página de la preparatoria, para publicar unas fotos.

—¿Quien?—respondimos al Unísono.

Se queda pensativa en que responder, y luego repuso—Malcom—pude notar la cara de desagrado proveniente de Andrew y de Cris, y sinceramente me parece inmaduro que estén enojados, pues siendo sinceros, él nos dijo la verdad.

—Esta bien, llámalo.

Cris me da una mirada asesina preguntando "¿Qué haces?" Pero lo ignoro, en estas circunstancias, cualquier ayuda nos vendría bien. Alice nos mira y saca su teléfono para luego marcarle a Malcom, cuando él contestó, ella sonrió por un comentario que hicieron al otro lado de la llamada, luego, ella no le contó mucho sobre lo que pasaba, pero al cabo de dos minutos tocaron la puerta, abrí y lo vi con un computador del tamaño de una caja de torta. Me sorprendió verlo con eso.

—Hola—me dijo él amablemente sin mirarme a los ojos , entonces le respondí con un tono amigable, lo cual lo sobresaltó, pues tal vez pensaba que yo estaba enojada con él.

Dejó el computador sobre la mesa y se limitó a saludar fríamente a los chicos, excepto a Even, a quien saludó con amabilidad, y a Alice, ni decir, porque hasta beso en la mejilla le dio. Pero ese no es el caso, abrió el aparato, y digitó en él una clave complicadisima. No entendí nada de lo que había ahí pero me posé detrás de él para ver que estaba haciendo.

—No pensé que te gustará hackear—dije de repente.

—Si, es como mi hobby—respondió y me dio una sonrisa de boca cerrada.

La Culpa de lo que Somos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora