XVII

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—¡Maldición!—Jungkook no podía dejar de pensar en los labios de Jimin.

Había pasado un mes, todo un mes en el que seguían durmiendo juntos, cenando juntos, Jungkook llevaba a Jimin a la escuela y si podía pasaba por él.

Pero él sabía que algo cambió.

Jimin se comportaba extraño. Y Jungkook, bueno, para ser honestos, no podía mirarlo a los ojos por mucho tiempo.

—Lo arruiné—se dejó caer en el suave colchón, de espaldas a este, cerró los ojos y volvió a recordar a Jimin, y sus labios, y...

Jungkook suspiró. Ira. Tristeza. Todo en una pequeña porción de aliento.

El plan estaba teniendo dificultades.

Jungkook sabía que no debía tener celos, pero aquel día, cuando vio a Lee acercarse y posar sus sucias manos en su mejor amigo, no pudo controlarse, y en vez de seguir a su cerebro, siguió a su corazón.

Se suponía que necesitaba pruebas para hundir al pervertido padrastro de Jimin, y las hubiera obtenido.

Pero su cuerpo reaccionó. Era como oprimir un botón. Click.

Y en vez de sacar su celular y tomar una foto, caminó a ellos y sus palabras salieron, su corazón habló e hizo lo que quiso. Exacto. Lo besó. Y no pudo evitar sentir emoción cuando Jimin le devolvió el beso.

Pero, estaba mal, ellos no podían.

¿Qué los detenía?






<3

Cambio y fuera.

PROTECTOR╎국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora