XXXV

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Jungkook había llegado antes de la universidad, sorprendió a Jimin en la ducha y disfrutaron del agua caliente y relajante.

Ahora ambos secos y cambiados, Jimin completamente y Jungkook solo con el pantalón de pijama, están acostados en la cama acariciándose.

—Kook—habían permanecido callados durante muchos minutos y Jimin desde hace unos días quería hablar con Jungkook.

—Dime—Jungkook estaba recostado en el pecho de Jimin, dejando que este le hiciera 'piojito'.

—Debemos decirle a mi mamá.

—¿Crees que lo tome bien? Tal vez ya no me deje quedarme.

—Pero no quiero seguir ocultándolo.

—Está bien, se lo diremos después de la cena.

Jimin sonrió y elevó el rostro de Jungkook para besarlo.

—Te amo—soltó Jungkook cuando se alejaron.

—Yo también. —los ojos de Jimin brillaron— Espero que todo salga bien.

Jimin volvió a juntar sus labios colocándose sobre las piernas de Jungkook para mejor comodidad.

Y en ese momento ellos no imaginaban lo que estaba por suceder.

Alguien había escuchado tras la puerta y no estaba saltando de alegría.

Cuando la puerta fue abierta de golpe, ambos chicos se exaltaron pero no les dio tiempo de moverse.

Jimin había recibido un golpe duro en su espalda baja, sintió el desgarre de su pijama quemando su piel, lo que le hizo soltar un desgarrador alarido.

Una correa de cuero.

La mujer estaba descontrolada e iba a azotar una vez más a su hijo, solo que en un segundo Jungkook cambió los papeles.

—¡Se suponía que debías cuidar a mi hijo!

Jungkook recibía cada correazo mientras Jimin permanecía en estado de shock.

—¡En mi propia casa!

Había perdido la cuenta, su espalda estaba entumecida.

—¡Eres mayor que Jimin! ¡En qué estabas pensando!

Jimin no sabía qué hacer, su corazón latía desenfrenado y estaba pasmado por el miedo.

No fue hasta que una gota de sangre manchó su pijama y vio la expresión en el rostro de Jungkook. Algo dentro de él se retorció y su voz salió sin titubear.

—MAMÁ, DETENTE —su voz firme y llena de ira continuó a pesar que su madre ya se había detenido— QUÉ ES LO QUE TE SUCEDE, POR QUÉ SOLO CULPAS A JUNGKOOK, SIEMPRE HACES LAS COSAS IMPULSIVAMENTE, LO PUDISTE MATAR.

La mujer observó a Jungkook tendido en la cama con pequeñas gotas de sangre bajando hasta llegar a la sábana blanca.

Jimin tenía lágrimas recorriendo sus mejillas.

—Yo...No sé qué...

—¿No sabes qué te pasó? Siempre dices lo mismo, ¿estás esperando terminar en la cárcel?

—Lo siento...

—Vete.

—Jimin...

—¡Vete! —la voz de Jimin sonó rota— ¡No quiero verte!

Su madre salió corriendo y Jimin se volvió a Jungkook.

—Kook, dime que estás bien, ¿necesito pedir una ambulancia?—Jimin estaba más que preocupado.

—Tranquilo, he recibido peores golpizas, tú, ¿estás bien?

Jimin sollozó con una sonrisa, cómo no amaría a aquel hombre, si se preocupaba por él cuando estaba tendido con grandes heridas que seguro ardían como un infierno.

—Estoy bien, voy por el botiquín.

Cuando Jimin puso un pie fuera de la cama sintió el escozor en su espalda baja, donde había recibido el correazo, a pesar que dolía, él no diría nada, primero tenía que curar a Jungkook.

Sin quejarse caminó hasta a el baño.

Su madre había cruzado el límite esta vez, y le costaría mucho ganarse su perdón.



















<3

Perdón por la tardanza, he pasado algunas cosas y no tenía inspiración.

Creo que ahora queda más claro porqué Jimin no se lo dijo a su mamá.

Espero les haya gustado. ❤

PROTECTOR╎국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora