PROTECTOR╎국민

XXIII

6:20 p.m.

La puerta de la casa fue abierta y Jungkook ingresó, llegaba cansado, había tenido un día muy cargado, deseaba que el tiempo pasara más rápido para acabar la universidad y poder empezar a trabajar.

—Jungkook, te ves horrible.

—Gracias Sun Hee, tú luces hermosa, como siempre.

—Hablo enserio, te ves mal, deberías ir a descansar.

—Jimin debe estar estudiando, no quiero molestar.

—Jimin salió.

—¿A dónde?

—Al cine, con un amigo.

—Oh, bueno, entonces iré a dormir un rato.

—Te despertaré cuando este lista la cena.

Jungkook asintió y subió a la habitación, dejó su mochila en la silla del escritorio y se tumbó en el suave colchón, tan pronto como sus párpados se juntaron, se quedó dormido.

Una hora después sintió caricias en su cabello y abrió lentamente los ojos, la luz estaba apagada pero podía distinguir una silueta, la conocía muy bien.

—Jimin, ¿qué haces?

—Tu cabello es muy suave.

—Deja eso y acuéstate, ¿qué hora es?

—No lo sé, Kook, ¿puedo besarte?

—¿Qué?

—Solo uno y ya.

—No, Jimin, ya-

Pero Jungkook no pudo seguir hablando porque ya tenía los labios de su mejor amigo sobre los suyos.

Y en ese momento no podía pensar en nada más que aquellos suaves y carnosos labios, lo bien que se sentía besarlos.

Pero estaba mal, por eso lo apartó, entró en una especie de crisis y empezó a respirar muy rápido, su pulso estaba muy acelerado, incluso parecía tener gotas de sudor en su frente.

Hasta que se dio cuenta, Jungkook trató de tranquilizarse, se sentó en el colchón y miró al rededor, Jimin no estaba.

Todo había sido un sueño.

—¿Qué mierda?—susurró para luego volver a tumbarse y llevar sus manos a la cabeza.

<3

Waaaa, gracias por sus comentarios.

Y sí, Jungkook es bien menso, pero entiéndanlo.

Algo rápido, el primero que comente tendrá dedicación en el siguiente capítulo.

Cambio y fuera.