PROTECTOR╎국민

III

—¡Park Ji Min! ¡Abre la puerta!

—Primero respira y cálmate.

—¡Estoy calmada!

—¡No se nota! ¡Para de gritar!

—¡Sal ahora mismo!

—¡En la cocina!

—¡Ah hijo de tu... ¡Carajo!

—Par de inmaduros—Jungkook estaba aguantando las ganas de reír.

—¡Cállate!—dijeron madre e hijo al mismo tiempo.

—Mire señora... Sun Hee, ¿tan malo es que me quede en tu casa?

—Mocoso irrespetuoso, no se trata de eso, no me molesta, es solo que ya no son unos niños, me preocupa que ustedes dos... Bueno, están en esa edad, sobre todo Jimin-

—¡Nada de eso! ¡Mamá, deja de avergonzarme! ¡Somos mejores amigos!

—Tranquilo Minnie, tu mamá solo está preocupada por tu virginal cuerpo.

—Maldito idiota, espero que duermas bien esta noche.

—Si me abrazas como osito, seguramente dormiré como un bebé.

—Oigan, dejen de murmurar, sigo aquí.

—Mamá, solo deja que se quede, conoces a Jungkook, no pasará nada de lo que crees.

—Está bien, puede quedarse, pero mañana me van a explicar qué sucede, se me hace todo muy extraño.

—Sí, todo tiene una explicación, ahora, ¿puedes seguir preparando la cena?, tengo hambre.

—Yo igual, extraño su comida.

—Bien, estará lista en diez minutos.

Ambos chicos suspiraron de alivio, el plan había salido mejor de lo que esperaron.

—¿Así que virgen, eh?

—Cállate.

—No puedo creerlo.

—Solo tengo diecisiete.

—Yo perdí la virginidad a los quince.

—Eres un asco, no tenía que saber eso.

—Vamos Jimin, ¿acaso no hay alguna chica que te guste?

Jimin se congeló y su vista se perdió en algún punto de la habitación.

—¿Jimin?, ¿todo bien?

—¿Eh?, sí, todo bien, creo que deberíamos ir por tus maletas.

—Oye, ¿qué sucede?

—Nada, vamos.

—¿Fue por lo de la chica? Sabes que puedes decirme... Espera, tu mamá se preocupó porque yo estaría aquí...

El corazón de Jimin se aceleró, quiso salir corriendo, pero la pregunta llegó.

—¿Eres gay?