Misión unir al par de tontos [Gonkillu X Reader]

*8*

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Ya habían pasado meses desde aquel fatídico día.

En realidad Hikaru duró una o dos semanas para volver a ser la de antes, y ya hacía un mes que le había vuelto a hablar a Killua por el gran rencor que le había guardado. Y después de todo no fueron al dichoso desierto por dos razones específicas.

Killua despedazó cada boleto que obtenían.

Y Hikaru quemaba lo demás.

Y... Al final se rindieron, así que solo les quedaba que aquellos bipolares eligieran el dichoso lugar el cual sería su próximo destino, y vaya que eligieron bien.

...

¿Notaron el sarcasmo, no?

En la actualidad, estaba lloviendo a cantaros en aquel pueblo en medio del bosque que decidieron ir al final, y los cuatro jóvenes solo les quedaba observar como el cielo se caía en frente suyo, ya que ni la mas mínima luz solar se filtraba por aquellas tan oscuras nubes.

Al final Hikaru no pudo utilizar su pelota rellena de rocas entre otras cosas para patearla de lejos a los niños pequeños, que triste día...

—¡Aish! ¡¿Por qué el mundo no me quiere?!

—Por idiota —Dijeron al unisono tanto el trapo como el descolorado.

Con una mirada neutral, Hikaru solo suspiró sabiendo que sus planes de ser la responsable de arruinar la vida de muchos nenes estaba dada por perdida.

Y para rematar su racha de desgracias ese día, su pelota multicolor se le había ido de las manos yendo directamente a un charco cercano que se formó por las incesantes gotas —¡NO! ¡MI CREADOR DE DESGRACIAS! —Gritó desesperada corriendo hacia aquella esfera recién comprada, hasta que llegó el momento de que sobrepasara el techo, así que trotando se devolvió diciendo muy simplemente —No tengo tanta fuerza de voluntad...

Entonces se le prendió el foco a la desgraciada.

—¡Gon, se un caballero de brillante armadura y busca mi juguete! —Le grita demandante abrazándole a la vez mientras se refregaba como nena caprichosa a su padre.

—¡P-Pero me mojaré! 

Bien divo nos salió la piña andante.

Después de sentir las miradas de los demás se rindió ante la presión social, yendo a pasos rápidos al lugar en donde se encontraba dicho juguete.

Finalmente, su hora había llegado, con algo sino decir mucha rapidez en no ensuciar de más el calzado que Killua le había regalado para deshacerse de esas botas color vómito. Dio unos veinte pasos hasta que llegó finalmente a su destino, pero la muy desgraciada de pelota terminó en un p◾to charco de mas de cinco metros.

¡En serio, a unos pasos se encontraba una de menos de un metro!

Bueno, aunque estaba muy cerca de una alcantarilla....

No, nop.

—Es mejor prevenir que lamentar, un Hisoka por detrás —Dice inconsciente, ya que estar mucho tiempo con esa tipa le había echo mucho daño.

Entonces, volviendo a la situación; El moreno se acercó con sumo cuidado de no mojar aquellos zapatos —Mas de lo que ya estaban, por cierto— Y tuvo que estirarse lo más que sus brazos podía para alcanzar dicho objeto, y pues no pudo.

Entonces con resignación no tuvo de otra que apoyarse de su pierna derecha de puntilla para alcanzar la pelota multicolor. 

Finalmente cuando al fin tomó entre sus manos la pelota esa, se devolvió como alma que lleva el diablo y se la dio a su dueña mientras esta saltaba feliz de un lado a otro, dejando ver una escena un tanto peculiar ante los ojos de ambos hermanos que solo le veían con una gota de sudor resbalando por sus nucas.

—Onii-chan —Llama el ser mas despreciable del universo y con un complejo de demonio, es decir, Alluka.

—¿Si?

—¿Por qué seguimos con ellos? —Preguntó con una mirada neutral.

...

¿Y te preguntas después por qué te odian trapo del diablo?

—La verdadera pregunta sería ¿Por qué maldita sea Hikaru cree que soy el de abajo? —Responde mirando a Gon agitando sus manos intentando quitarse el exceso de agua de estas, a lo bien divo.

Pues, Hikaru le había oído fuerte y claro, así que gritó finalmente con un tono irritado.

—¡PASIVA NO SE HACE, SE NACE! ¡ASÍ QUE ACEPTA TU DESTINO HIJO DE P◾TA!

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