Misión unir al par de tontos [Gonkillu X Reader]

*9*

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El silencio reinó entre los dos jóvenes, Hikaru viéndole con un gesto realmente sorprendido y Killua algo avergonzado.

—Que tú... —Murmura viendo al mas alto más rojo que un tomate —¿¡QUÉ?! —Con ese grito el carmesí en el albino explotó completamente, deseando que la propia tierra se lo tragase de una buena vez por todas.

—¡¿QUÉ QUERÍAS QUE TE DIJERA?!

—¡Un puto "Hikaru es un tema serio así que tranquilízate"! ¡ESO NO SE DICE A LA LIGERA! —Le reclama furiosa pero igualmente encarnando al propio tomate humano al igual que el albino.

—¡¿Pero no que tú deseabas esto?! —Le reclamo golpeando con su dedo la frente de la contraria, que al parecer se había acobardado.

—¡Una cosa es que lo desee y otra muy diferente es que se haga realidad, puta madre! —Le suelta apretando sus puños con aún esos tonos rojizos en sus mejillas, al parecer bajando de intensidad.

—¡Pues adivina, se hizo realidad! —Le devolvió mirándole con irritación, entonces la peliturquesa no le quedo de otra más que respirar para tranquilizar los latidos fuertes de su corazón, ¿Cómo se supone que tendría que lidiar con tal noticia?

—Bueno, primero debo asimilar esto... ¿Me lo dirías mas detalladamente? —Le sonrió con cariño fingido ya que en su mente había un gran holocausto, sentando al de ojos azules en la cama, colocándose al lado suyo —Vamos Killua, puedes confiar en mí —Sonrió tomando la mano de Killua que solo se sonrojó ante aquel gesto.

En eso la muchacha tomó una libreta con dibujos que conejitos y un lápiz con adornos de calaveras, para tomar nota —Bien, ya puedes hablar Kill —Le dijo amable.

—Sabes muy bien que no me gusta que me llames así —¿Cómo le gustaría? Literalmente cada vez que le mencionaban ese apodo le recordaba a cierta persona con problemas incestuosos.

Bueno, de todas formas nunca sabremos quien es, será un misterio hasta el fin de los tiempos.

—Sate, sate sate... Yo no puedo tener una relación con mi crush, y tú no puedes lograr que deje de llamarte así, la vida no es justa baby —Le asegura con una mirada pícara y traviesa, a lo que el menor en edad solo le miró alzando una ceja.

—Je, bromeo, vamos dile a tu consejera, todo lo que piensas... —Canturreó —Y me salió con rima a la verga —Analizó con unas de sus muchas sonrisas risueñas. —En fin, está claro, solo veremos a que nivel puedes estar... Bueno, ya sabes. Para ver si tienes cura.

—B-Bueno... Simplemente siento un gran hoyo negro en mi estómago que suelta insectos asquerosos o moscas... —Describió con una mirada asqueada.

—Vale, mariposas en el estómago —Aseguró escribiendo rápidamente en aquella libreta.

—Siento... que a veces mi cara se calienta, me irrita bastante... —Susurró hastiado, aunque se sonrojara de vez en cuando, esos tipos de sonrojos eran realmente molestos —También me da un tipo de presión en el pecho cuando le veo con otra persona... Feliz.

—...Bueno, te sonrojas fuertemente, es algo irritante pero al final te acostumbras. Y esa presión que sientes, no es un infarto —Aclaró colocándose los lentes falsos que siempre traía consigo, y Killua suspiró tranquilizado —Son celos,  o envidia por no ser tú el que cree esa sonrisa que sueltan brillos maricos... —Murmura viendo sus garabatos.

—¿Qué hiciste en esa libreta? —Pregunto con la idea clara de que no había escrito nada.

—¡Un dibujito! —Sonrió fugazmente con el tono de una niña pequeña, y sería todo emocionante y tierno... ¡Si no fuera un puto gato mutante ahorcando una gallina!

—¿Desde cuándo enloqueciste....? —Susurró lo suficientemente bajo, par que la contraria no escuchara, y muy afortunado fue de que fuera así.

Porque se habría quedado sin lo que lo identificaba como hombre ante la sociedad.

—Bueno, estas perdidamente enamorado de Gon, no tienes cura, lo siento —Se sinceró a Killua que solo mantenía una expresión que no demostraba nada —Si quieres te ayudo...

—Perdona ¿Que dijiste?

—Te ayudaré a enamorarlo y llevarlo a la cama ¡Es mi deber como buena amiga!

—¿Es tu deber o es tu deseo? —Preguntó levantándose de la cómoda cama para dirigirse a la salida con las manos en sus bolsillos, pensando detalladamente todo lo que empezaba a sentir por el moreno.

—¡Ambos, obvio! —Y viendo como el albino salia con su mirada siendo tapada por su flequillo, sonrío mordiéndose el labio. 

—No lo digas, te matará. No lo digas, te matará.... —Pensó, pero sus deseos pudieron más.

—¡CUANDO TERMINEMOS NUESTRO FUTURO PLAN, ESTARÁS EN EL HOSPITAL POR NO PODER CAMINAR! —Gritó soltando un carcajada ignorando el echo de que toda la sed de sangre del albino saliera a la luz.

Decir que Gon y Alluka intentaban separar a Killua de Hikaru era poco, si no fuera por ellos la chica habría terminado en una zanja.

Pero, valió la pena tanta espera.

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