Lynae era la hija de una escudera y un guerrero, diestros en el cultivo y en el criado de animales. Durante los veranos eran, junto a otras familias, los encargados de abastecer al pueblo en comida y abrigo antes de que el invierno llegara. Escandinavia era un lugar difícil, pero el único sitio del mundo al que ellos, los vikingos, podían llamar hogar, pese a conocer tantos otros gracias a sus excelentes habilidades para navegar.
Jensen, en cambio, era un muchacho solitario. Fue criado por su abuelo quien murió de viejo, luego de que sus padres hubieran perecido en la guerra contra un clan venido desde Finlandia. Desde pequeño fue educado para ser un guerrero y aprender a sobrevivir solo. Ella, en cambio, la mujer más hermosa de toda la tierra y el Valhalla para él, vivía entre el calor de su madre y padre y aún así, demostraba fiereza y disciplina al tomar un escudo y una espada.
Y más fiera se mostraba cuando Jensen intentaba cortejarla con descaro.
Fue durante un verano que lo intentó por enésima vez luego de tantos fracasos. Se acercó a su casa, ella estaba sola. La invitaría a dar un paseo o algo, tal vez. La vio desde lejos, hilando una manta para los niños pequeños del pueblo.
Lynae no reparó en él nunca, ni siquiera cuando la mirada de Jensen era tan intensa, evocando amor, deseo y adoración sólo para ella.
La imaginó como a la diosa, a Frigg, junto a su rueca, el conjunto de estrellas, entre sus dedos hilando las nubes. La constelación misma al servicio de una mujer.
Embelesado, Jensen pensó durante el resto del día y para siempre, que Lynae era la reencarnación de Frigg, porque no existía otra forma en la que esa mujer fuera tan hermosa y tan real al mismo tiempo.
Y él tal vez no era digno de ella simplemente.
Por eso, peleó en batalla por su mano. La seriedad de Lynae ante esa petición dada a sus padres no demostró ni conformidad ni disconformidad. De alguna manera le intrigaba lo que Jensen era capaz de hacer por ella, tratándose de la guerra.
Si había algo que Lynae amaba de un hombre era su talento con la espada. Y Jensen resultó ser el más valeroso guerrero de todos. Aceptó sus cortejos, aceptó, también, su petición de unirse a él en matrimonio. Él se deshizo en promesas de hacerla feliz.
Sentía, por fin, que tenía a la más bella constelación, y la única que deseaba, sólo para él.
—423 palabras—
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APH: Fictober 2019
FanficFictober versión 2019 perteneciente al grupo de Facebook "Motín Fanficker". Relatos breves autoconclusivos, uno por día. Distintas parejas, distintas versiones y distintos protagonistas.