—¿Te sientes mejor, Hana? —Miró con calma a la joven rubia que trataba de normalizar su respiración.
Llevaban ya bastante rato metidos en aquella habitación para que la joven pudiera reponerse un poco. Eijiro estaba preocupado por el estado de salud de la última Bakugou, sobre todo por su situación actual.
"Bro... te fuiste sin saber que seriamos abuelos."
Reiki y Hanabi estaban organizando una cena para que las cabezas de ambas familias se reunieran aquel fin de semana y así poder darles soltarles la bomba. Los jóvenes estaban ansiosos y felices, no querían esperar mucho tiempo para poder transmitir la noticia.
Pero todo se fue al caño, cuando esa mañana Reiki tomo aquella llamada.
Eijiro se acercó a la joven que aun mantenía la cara escondida entre sus manos, llorando débilmente. El sonido de un par de golpes en la puerta llamo la atención de ambos, interrumpiendo el agónico llanto femenino.
—¿Todo en orden? —Mina se asomó por el marco de la puerta para asegurarse que su adorable nuera se encontrara ya mejor.
El llanto volvió a golpear con fuerza a la ultima de los Bakugou que se lanzo a los brazos de quien siempre considero una segunda madre y, lamentablemente, era la única que le quedaba en ese momento.
—Ya, ya, ya. —Arrulló gentilmente a la joven en sus brazos, acariciando con suavidad sus mechones rubios— Estoy segura que a Ochako no le hubiese gustado verte así.
—¿Po-por que? ¿Por que ellos? ¿Porque?
—Hana... —Eijiro buscaba desesperadamente en su mente alguna forma de consolar a la joven sin encontrar nada que fuera útil.
—¿Podrías ir a ayudar a Reiki? —Su esposa lo miró con una sonrisa triste en su rostro— Han llegado algunos compañeros de trabajo y quieren dar el ... el pésame.
No muy seguro de irse, Eijiro salió de la habitación, no sin antes dar una última caricia a la cabeza rubia de la joven escondida en los brazos de su esposa.
—Nos haremos cargo, Hana. Baja cuando estés lista. —Fue lo ultimo que dijo antes de desaparecer por la puerta y dejar a solas a ambas mujeres.
Mina Kirishima observaba tranquilamente a su pequeña ahijada, recordando cuando de niña iba a refugiarse con ella cuando su tonto hijo le hacia alguna mala broma o simplemente quería contarle sobre su día en el kinder junto a su retoño.
No pudo evitarlo, algunas lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas mientras ejercía mas fuerza en el abrazo. —Yo... Yo también la extraño... Era mi mejor amiga...
Hana dejo salir algunos gemidos y pequeños gritos en los que dejaba entrever el dolor y soledad que comenzarían desde ese día. Por culpa de un maldito había perdido a las dos personas que mas amaba en el mundo, si ellos no hubiesen ... si tan solo ella hubiera...
—Tu... tu mamá... —Mina hablo entre hipidos causados por el llanto— Tu mamá creía... en la magia... ¿Sabes? Ella decía... que la gente no se iba del todo cuando morían. Cuando tus... tus abuelos fallecieron, Ochako solo lloró una vez... ella decía que... que sus padres seguían cuidándola... —Hana comenzó a calmarse lentamente, al igual que ella— Ochako aseguraba... que sus padres la veían y vigilaban de cerca en otros cuerpos...
—¿O-otros cuerpos? —Se separó un poco de la fémina para poder verla— No lo entiendo...
—Si. —Mina limpio las lágrimas de los desolados ojos de la fémina con el dorso de su mano— Ochako creía en la vida como una oruga...
Hanabi miro confundida a su tía. No recordaba a su madre diciendo nada similar a lo que Mina se permitió sonreír un poco. Esa chica frente a ella era idéntica a su mejor amiga pero también podía notar la similitud con su amigo. Una perfecta combinación de Katsuki y Ochako.
—Tu madre aseguraba que cuando uno muere... vuelve como una mariposa a esta tierra para poder cuidar de aquellos que se quedaron atrás. —La mujer de Kirishima se perdió un momento en su memoria, recordando el momento en que la castaña le decía aquello— Ella tenía pensamientos demasiado tiernos... Sigo sin saber como demonios termino casada con el amargado y mal hablado de tu padre.
La suave risa de Hana inundo la habitación, seguida por la de Mina.
Un poco más calmada, la rubia, acompañada de su esposo, continuaron en el velorio, dando el último adiós a Katsuki y Ochako Bakugou.
Siete meses después, a mediados de Julio, nació un niño de cabellos rosas y ojos rubí a quien llamaron Daiki.
Y mientras el niño lloraba por primera vez, una mariposa de alas castañas con toques rosas y una con alas de color carmín y bordes amarillos, se posaban en las flores que había en la ventana, admirando al pequeño que no pudieron conocer en otra vida, pero que en esa, cuidarían con el mismo amor con el que lo hicieron con su amada Hanabi.
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🔸〰️ Fictober 〰️🔸
Fanfiction🍃🌸 Reto del Mes de Octubre 🌸🍃 Serie de One-Short con diferentes temáticas por día. ⛓️✨ FINALIZADA ✨⛓️ Pareja principal: || • 💥 Kacchako 💥 • || Si no te agrada la ship, no leas este proyecto.