Zirconia

428 57 1
                                    




Para Katsuki Bakugou;


No soy buena con las palabras, así que no se bien que escribirte...

O si, creo que debería de darte las gracias, así que ¡Gracias por este increíble primer año juntos! No puedo creer que pasara el tiempo tan rápido, es decir, me cuesta creer que lleve,mos todo ese tiempo juntos.

Y pensar que nuestros compañeros aseguraban que no duraríamos ni siquiera un mes. Ya quiero verlos y gritarles: ¡Ja. En su cara, tontos! 

Aunque creo que hemos durado por que has sabido soportar mis arranques de niña pequeña y mis berrinches diarios... ¡Aunque tu también tienes parte de la culpa! Si no fueras tan gruñón y tan malhablado no tendríamos tantas discusiones.

¿No te cansas de tener el ceño fruncido tanto tiempo? ¡Te saldrán arrugas! No quiero un novio que parezca mas grande que yo.

Creo que acabo de desviarme...

¡Como sea! 

Se que no es mucho y que no es muy de tu estilo pero creo que va muy bien con tu personalidad, además de que no crees en esas cosas.

En mi pueblo natal se dice que sirve para la protección y ayuda a armonizar las funciones corporales. Yo se lo importante que es mantenerte sano y el que estés en optimas condiciones para poder ser el héroe numero uno... Ademas que me recuerda mucho al bonito color de tus ojos.

¡Así que mas te vale usarlo Katsuki!

¡Te quiero!

Atte: Ochako.




Katsuki tomo la pequeña caja de regalo que se encontraba justo debajo de la carta que acababa de leer. —Esta es la peor carta de aniversario que he leído nunca. —Murmuró aun con una sonrisa burlona en sus labios.

La caja no era demasiado grande. ¿Que era lo que podía haberle dado la despistada que tenía por novia?

Tomo la parte superior de la caja entre sus dedos y abrió el pequeño paquete. Parpadeo un par de veces con cierta curiosidad antes de sonreír.

— Tonta cara de ángel. 

Entre sus dedos tenía lo que parecía ser una especie de colmillo hecho con algún tipo de piedra rojiza brillante. Ciertamente era similar al color de sus ojos.

Dio un ultimo suspiro antes de poner el collar alrededor de su cuello y caminar hacia su cama donde se encontraba una caja del mismo tamaño que su novia había dejado en el escritorio de su habitación en la academia.

Ahora era su turno de darle el regalo que le había comprado.


🔸〰️ Fictober 〰️🔸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora