Bufón

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—Ella ya ha elegido, debes respetar su decisión.

—Tiene razón, solo debemos apoyarla.

Ambos jóvenes miraron con cierta pena a su compañero.

Ninguno esperaba que las cosas terminarán de aquel modo, pero así habia sido y ahora les tocaba respetar y pedir por la felicidad de quien consideraban su mas querida amiga.

—¡No aceptaré nada! —Sin decir más, salió corriendo de aquella que fuera su aula de clases.

Ahora, en tercer y último año de UA, todos los estudiantes se preparaban para la tan ansiada graduación.

Los alumnos de la clase A estaban sentados en sus respectivos lugares, esperando por el inicio de la ceremonia. Cada uno de ellos vistiendo su mejor traje o su mejor vestido, era la noche mas importante de toda su vida.

Llegó corriendo hasta donde estaban todos sentados, buscando desesperadamente con la mirada una mata de cabello en particular.

Cuando la encontró, se dirigió rápidamente hasta donde estaba e, ignorando un par de curiosos ojos castaños, se llevo a su acompañante bajo una lluvia de preguntas y reclamos femeninos.

Una vez lejos de todos, soltó su carga antes de darse media vuelta para enfrentar su mas grande reto.

—¿Que coño quieres, Deku?

—Déjala.

—¡¿Eh?! —Solo levantó una ceja sin quitar su mirada fija del idiota de cabello verde— ¿Que demonios dices?

—¡Deja de jugar con ella, Kacchan! —Cerró sus ojos mientras levantaba la voz— ¡Deja de usar a Uraraka para hacerme daño!

Un silencio profundo se instalo entre ambos. 

Izuku no quería abrir los ojos por temor a lo que vería frente a él, pero tenía que hacerlo. Era un héroe ¿No? Él debía rescatar a Uraraka de las bromas pesadas de Kacchan. No debía permitir que el rubio siguiera usando a su mejor amiga de un modo tan cruel solo para herirlo.

Sus ojos estaban por abrirse para enfrentarse al rubio, cuando fue levantado con demasiada fuerza.

Izuku miró, con un poco de temor a quien alguna vez fuera su mejor amigo en la infancia. Nunca en su vida y del tiempo de conocer a Katsuki, le había visto tanta sed de sangre como en ese momento.

Su cuerpo tembló ante la ferocidad de la mirada escarlata. Sentía como si miles de cuchillos lo atravesaran en ese mismo momento, pero debía mantenerse sereno, se recordó así mismo porque hacía aquello.

—Deja de...

—Te lo diré una sola maldita vez, estúpido Deku. —Su voz, al igual que su mirada eran frías y afiladas— Y mas te vale que te queda claro, escoria...

Izuku sintió temor, no como el que sentía cuando eran niños o estudiantes, este era un temor mucho mas real, mas frío. Katsuki tenía una mirada que prometía muerte al primero que se le parara enfrente.

—Déjanos en paz. Me vale mierda si eres su amigo o la estupidez que sea. —Acerco sus rostros con solo unos milímetros de separación— No te acerques a mi mujer.

Le dedico la mas despreciable de sus miradas. —Ella es mía y no pienso perderla con un bufón imbécil como tú que no entiende nada.

Sin decir más, soltó al peliverde que aun temblaba ante la amenaza que acababa de lanzar el rubio.

Katsuki camino molesto hacia su lugar, donde una muy preocupada Ochako lo buscaba desesperadamente con la mirada.

—¿Que ha pasado, Bakugou? —Lo miro una vez estando entre sus brazos— ¿Que es lo que te ha dicho, Deku? —Infló un poco sus mejillas— No habrán peleado ¿Verdad?

—Tsk, cállate mujer.

La beso, sin ceremonias o contemplaciones. Ochako era su mujer, le valía mierda quien quisiera oponerse.

Pensó un momento en el puto Deku y sin quererlo, una sonrisa burlona nació en sus labios.

"¿Que harás cuando sepas que será mi esposa y la madre de mi hijo, eh, Deku?"


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