🔸〰️ Fictober 〰️🔸

Estrella

—¿Tu crees en la magia de las estrellas fugaces?

—Por supuesto que no. —Bufó molesto, mirando a la chica junto a él— Es nuestra puta determinación la que nos lleva a lograr nuestros objetivos, no una pendeja estrella ni esas mierdas de magia.

Ochako lo miro aburrida por su contestación—Le quitas lo mágico a todo, Katsuki.

—Solo digo la verdad.

Ambos miraban el cielo plagado de estrellas.

Llevaban dos meses avisando que esa noche habría una lluvia de estrellas y ella, como la fanática de la astronomía que era, lo obligo a acompañarla a ver aquel espectáculo nocturno, lo quisiera o no.

Katsuki Bakugou era el tipo de chico que te dice las cosas sin filtros, te escupe la verdad acompañada de la cantidad de groserías necesarias por si no te quedaba claro lo que estaba diciendo. Él era honesto, directo y bastante buen amigo, a su modo, pero Katsuki nunca la dejaba sola aunque el evento o cosa a lo que Ochako lo invitara fuera tedioso o molesto, él estaba siempre con ella, con una cara de perro que quiere morder, pero estaba con ella.

La castaña miro de reojo al rubio que, ajeno al escrutinio de su amiga, tenía la vista perdida en el cielo.

¿Como ese idiota mal hablado tenía a media preparatoria babeando por el?

Misterios de la vida, supongo.

Ochako cerro los ojos mientras dejaba que su cabeza cayera hacia atrás. Ella si creía en lo absurdo de la magia como decía Katsuki, esperaba ansiosa la lluvia de estrellas fugaces. Al menos una debía cumplirle su deseo.

—Oe, cara redonda.

Los ojos castaños se abrieron justo a tiempo para apreciar como la primera de las estrellas surcaba el cielo rápidamente. Pero en ese mismo instante, la estrella y la lluvia de meteoritos podían irse muy, pero muy lejos...

Ochako ni siquiera tuvo tiempo de pedir un deseo, mucho menos de disfrutar de la lluvia que de verdad deseaba ver. Sus pensamientos estaban en una sola persona.

"Ni siquiera pude pedir mi deseo..."

Katsuki Bakugou la estaba besando.