DAMIÁN.—No, responde mis preguntas y me iré. Y todo lo qué pasó durante las últimas semanas se olvidara, nunca pasó, no abriré la boca pero responde.
Sus palabras golpearon mi cabeza y tome otro trago de mi cerveza, el día había sido largo.
Había recorrido un largo camino hasta haber llegado a la frontera entre Estados Unidos y Canada mientras sus palabras se repetían en mi mente, una y otra vez.
¿Por qué tenía que ser tan curiosa?
Me molestaba que siempre metiera sus narices en cosas que no le incumbían pero lo que más me molestaba era el hecho de que era jodidamente hermosa e inteligente. Me molestaba que ella supo como meterse en mi corazón y quedarse ahí. No quería alejarme de ella y sabía que ella tampoco de mi, pero era lo mejor que podía hacer después de lo que había pasado el día anterior. Había permitido que me viera de esa forma y aún estaba sin saber muy bien el porqué, simplemente lo hice y sino me alejaba de ella habrían consecuencias y serían fuertes.
Mi celular seguía vibrando en mi pantalón, Zara y Victoria seguían llamando pero ignoraba las llamadas, estaba hecho un desastre.
«Paige se fue echando humo por las orejas, pasó algo?»
El mensaje de Zara me hizo bufar, estaba lejos. No quería regresar pero huir de los problemas no era lo mejor que podía hacer, especialmente de Paige.
¿Por qué debió llegar justo ahora a mi vida?
Revolucionó todo en mi, reparo todo lo que estaba mal pero al verla entre los brazos de Coby hizo que mi estómago se me revolviera causándome náuseas. Que idiota. Sentí ira al ver cómo sus labios besaban con furor a Paige y fue aún peor ver a Paige corresponderlo. Zara me había ayudado, interrumpiéndolos, sino me hubiera controlado, hubiera sido peor.
Ahora cada vez que no me controlo es grave, todo en mi se descontrola y no tengo la capacidad de contenerlo. Los gemelos trataban de convencerme en unirme a su estúpida manada al igual que Gill pero, ¿de que servía? No quería pertenecer a una, sabiendo que soy un monstruo, era patético.
—Son 18 dólares, chico— dijo un hombre con sobrepeso delante de mi.
Suspiré con pesadez y deje el dinero sobre la mesa y me levanté, avancé hacia la salida mientras tomaba los últimos tragos de cerveza.
—¿Quieres que pida un taxi por ti, chico?— preguntó cuando estaba por llegar a la puerta del local.
—No, gracias, estaré bien— dije arrastrando las palabras.
El alcohol ya no tenía el mismo efecto en mi que antes y eso me molestaba, no podía tratar de olvidar un mal momento porque simplemente no podía, que jodido.
Al estar bastante lejos del local, caminando por la orilla de la carretera cerré los ojos y me adentré al bosque que rodeaba el camino.
La sensación de correr sobre cuatro patas era increíble, sentir el viento chocar contra mi, la velocidad, la electricidad y la adrenalina, era magnifico y era lo único que agradecía.
Unos pasos me acompañaron, gruñí cuando sus pensamientos llegaron a mi como una bomba atómica. Tanner estaba corriendo conmigo y supuse que Gill lo había enviado, ya que él era el rastreador en su manada.
—Es normal, tarde o temprano esto debió pasar, es parte de nosotros y olvídate de la chica, solo te traerá problemas y te jodera— dijo—. ¡Detente!— gritó Tanner.
—¿Qué quieres, Tanner?— pregunté molesto.
—Tu tía me envío a buscarte, está muy preocupada— trato de explicar.
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Luz de Luna [PAUSADA]
WerewolfDespués de la muerte de su padre, Paige y su madre se mudan a Beaver, un lugar frío, nublado y con un oscuro secreto. En sus planes no estaba encontrar el amor... mucho menos arriesgar su vida por él. Por él y su enigmático mundo. ¿El amor lo puede...