Capitulo XIV

2K 116 3
                                    


El silencio estaba en cada parte de la cabaña, solo nuestras respiraciones se escuchaban, mi mirada iba de un lado a otro, mirando a todos atentamente hasta que mi mirada se posicionó en Paige, quién dormía tranquilamente en el sillón frente a mi, tenía ambas manos bajo su cabeza, formando una almohada.

Se veía tranquila, libre de preocupaciones y me había dado cuenta de algo, no la conocía lo suficiente, no sabía de su pasado o las aspiraciones que tenía, sus gustos... y me sentí mal, no me di el tiempo de preguntarle más acerca de ella porque todo había pasado muy rápido. Suspiré y mi mirada volvió a posicionarse en Tania, quien de igual forma miraba a Paige.

—Bien— dije levantándome del sillón—, ¿es todo lo que sabes?— pregunte dirigiéndome a Tania.

Ella giró sus ojos hacia mi y frunció su ceño, se puso recta y cruzó los brazos sobre su pecho.

—Si, eso es todo— apretó los labios—. Arson sabe que salí a buscarte así que no dudo que alguien de su manada se aparezca por aquí dentro de los próximos días.

—Estamos prepa...

—¡No!— gritó interrumpiendo a Gill—, no lo están, ellos... ellos ya maduraron y desarrollaron sus habilidades al cien en cambio ustedes... no— negó cerrando fuertemente sus ojos.

Gill suspiró y frunció más su ceño, Tanner estaba aún sentado entreteniéndose con un cubo de rubik y los gemelos estaban recargados en el muro de la entrada. El silencio volvió a llenar el lugar.

—Damián, ¿alguien más sabe aparte de ella?— preguntó con seriedad.

—No, solo ella— afirme.

—¿Su madre sabe algo de esto, Victoria?— se giró hacia ella.

—No.

Tania soltó una risa falsa y la miró con incredulidad.

—Vamos, sé que es tu amiga del alma, debe saber de esto y quizás por eso quería a Paige alejada de Damián— señaló.

—Alice solo sabe la falsa historia de los padres de Damián y de los problemas que llego a tener cuando era más chico— volvió a afirmar Victoria.

Tania la analizó por un largo tiempo, hasta que asintió y tomó su bolso que estaba en una de las sillas del comedor.

—Me voy, estaré por aquí a primera hora y que Paige— la señaló con la cabeza—, no se quede sola en ningún momento, también es un blanco.

Dicho esto, salió de la cabaña, dejándome un amargo sabor en la boca, no quería que eso, que Paige también fuera un blanco. No quería que la lastimaran, pensar en eso me frustraba.

Tania era muy directa a la hora de hablar lo que facilitaba todo y al mismo tiempo, me complicaba todo a mi.

—Estaremos afuera— dijo Gill saliendo con los gemelos.

—¿Yo me puedo quedar?— dijo Tanner aún entretenido con el cubo.

—Sí.

Me acerqué a Paige quien todavía dormía, me coloqué en cuclillas y acaricié su mejilla.

—Damián— me llamó Victoria y me levante, girándome hacia ella—, estoy asustada.

Cruce la sala hasta que llegue a ella y la abracé, ella temblaba.

—No pasará nada, tía— dije acariciando su cabello.

—No soportó la idea de que quieran herirte— murmuró.

—No lo harán— dije con duda.

—Despierta dormilón— grito entrando a mi habitación.

Luz de Luna [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora