2.

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Ya ambos dentro de casa, Canute curaba tus heridas, poniendo crema y alcohol en las heridas del menor, quien gruñia por lo bajo mientras lo hacía.

—Deja de quejarte, eso te pasa por salvaje.—comentó Canute.

—Ya te dije que no es tu problema.

—Lo parece, y lo es.—inquirió.—No puedes ir por hay peleandote con quien sea.

—Ya lo hago.

—Pues deja de hacerlo, ¿no te cansas de perder?, ¿de hacerte daño?

—Callate, Canute.

El mayor se detuvo, olio la cena y inmediatamente fue a la cocina para ver su estado.

Thorfinn, sentado en el sofá, acarició su herida, para luego bufar.

Canute volvió, miró a Thorfinn y sólo podía pasar saliva y suspirar. El mayor odiaba ver a Throfinn de esa manera.

Canute odia ver a Thorfinn así de golpeado, le lastima verlo así.

El menor miró con su respectiva expresión al mayor, quien se había quedado envelezado mirándole.

—¿Que sucede?—cuestionó.

Canute volvió en si.

—Nada.—respondió.—Solo pensaba en si tendria que dejarte la comida aquí o haya afuera.

Thorfinn chasqueo sus labios.

Canute prosiguió tratando con Thorfinn. Las suaves manos del rubio trataban con delicadeza al menor, Thorfinn sentía las suaves y calidas manos de Canute, cosa que le gustaba aunque niegue.

Thorfinn miraba la expresión de Canute, preocupado, parecía una mujer con ese largo cabello, hasta le llegó a recordar a su hermana, un poco.

Los ojos de Canute expresaban tristeza y Thorfinn podía ver esto, no quería darle importancia a ello, ya que no es alguien propenso a abrirse emocionalmente.

O bueno, tuvo que aprender a ser así.

Pero Thorfinn no pudo mantener su máscara de tipo duro mucho, mucho menos con Canute que es su pareja.

—Yo me peleé con ellos porque hablaron mal de ti.—expresó avergonzado.

Canute se había detenido por un instante, miró con sus ojos abiertos como platos a el contrario, ya que Thorfinn no suele hacer eso o decir ese tipo de cosas.

El menor recibió una caricia en su cabello desordenado y un beso en la mejilla. Se quejo por lo bajo, pero a Canute esto no le importó.

—No eres tan rudo, ¿eh?—repitió

—Callate, Canute.

You Lose Control, Again. [Thornute] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora