14.

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Sweyn caminaba por las calles, tranquilamente, claro está, que aunque parezca que anda solo, no lo estaba, a su alrededor, miles de guaridas que disimulaban ser personas normales, se encontraban protegiendo su vida.

Thorkell y Asgeir miraban esto.

El más alto, rasco su barba y frunció sus labios.

—Interesante.—soltó.—Disimulan tan bien, me costó saber si eran o no sus guardias.—comentó.

—Si, tienes razón.—apoyó Asgeir.—Los cuatro hombres que lo acompañan son sólo para engañarnos.

—Que astuto.—Thorkell sonrió, mostrando sus dientes por la exitacion del momento.—¡Maravilloso, Sweyn, eres increíble!—exclamó, emocionado.

Asgeir suspiro.

—Sabía que te ibas a emocionar.

—¿Y como no?, el bastardo ese me ha enamorado.

—Lo note, Thorkell.—espetó Asgeir.

—¡No te preocupes, Asgeir!, nunca nadie te reemplazará.—palmeo su espalda mientras reía.

Asgeir sonrió, ruborizado.

—¿Cuando atacamos?—cuestionó Asgeir.

—Ahora mismo.

Canute y Thorfinn estaban en la escuela, ambos estaban juntos, Thorfinn a su lado copiando una página asignada del libro, el libro es de Canute así que Thorfinn tenía que juntarse con él.

Ambos estaban callados, el rubio más bajo al sentir el silencio del mayor, quien después de lo ocurrido el día que fueron de compras, Canute había estado más callado y serio últimamente.

Thorfinn al notar el cambio del mayor, sabía que algo le pasaba pero que Canute no se lo quería contar.

Thorfinn le dio un pellizco en el brazo a Canute. El mayor chillo.

—¡¿Q-que te pasa, Thorfinn?!

—No, la pregunta sería: ¿qué te pasa, Canute?—arregló.

Canute se quedó mirando por unos segundos a Thorfinn, suspiro y recargo su mentón en su mano.

—Nada.—respondió secó.

—¿Seguro?

—Si.

Thorfinn con una mirada despectiva, abalanzó su mano agilemente hacia el abdomen del mayor, acariciandolo, esto hizo que Canute se sobresaltara y se sonrojara.

Ya que el menor había metido su mano dentro de su abrigo rojo, pasando por su camisa hasta tocar su piel.

Canute al sentir el tacto, reaccionó de esa manera.

—¡P-pero Throfinn!

—Estas raro.—dijo.—¿Que te pasa?

—E-el que está raro eres tú—espetó.—¡No me toques así!

—Ya lo he hecho muchas veces, Canute.—mencionando así las experiencias sexuales que han tenido.

Canute se puso completamente rojo.

—I-idiota.

Thorfinn, al ver la cara enojada y roja de Canute, dejó salir una risilla.

Thorfinn rió por lo bajo, mientras Canute estaba extrañado por la actitud de su pareja.

El menor había hecho todo eso para llamar la atención de su novio, o para hacerlo reír un poco, pero al final terminó riendo él.

Algo que le pareció raro a Canute.

You Lose Control, Again. [Thornute] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora