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Me habían dado la que era la antigua habitación de Christopher. Tenía posters de carros por todos lados cuál niño de doce años... No lo culpo, estoy segura de que en León, si mi habitación sigue intacta, siguen los pósters de One Direction ahí, cuál niña de doce años, solo que yo tengo diesinueve y sigo loca por ellos.

Era temprano, más o menos las diez de la noche cuando por fin logré consolidar el sueño. Me costó mucho trabajo ya que no tenía algo que abrazar, es raro. Siempre ha sido así, cuando voy a dormir necesito abrazar algo para poder dormir tranquila.

En casa uso el gran peluche que me regaló Charles hace unos meses, solo cuando él no se quedaba a dormir o ahora en su defecto, Chris. Antes de eso usaba mi almohada, cosa que creo que haré está noche.

Creo que por fin logré descansar después de tanto vuelo. Mi cerebro estaba carburando de más gracias a qué me quitaba el sueño el echo de tal vez no caerme bien a la familia de Christopher. He tenido muy malas experiencias con ese tipo de cosas. Por ejemplo, la mamá de Emilio me odiaba con todo su ser y no siquiera sé porque. Siempre me deseaba todo lo malo pero solo cuando Emilio no estaba, porque delante de él era muy diferente. Muchas veces llegué a discutir muy feo con él porque decía que exageraba respecto a su madre. Que ella no era la persona que yo le decía, que eran mis alucinaciones. Fue cuando decidí dejar de ir a casa de su filia, ahí simplemente no era bien recibida.

A la mamá de Charly nunca la conocí, desgraciadamente. A como me platicaba que era la señora, se me antoja a demasiado cruzar palabra. Al parecer tenía muchas historias por contar de cuando vivía en México y cuando se mudó a Texas para después llegar a Los Angeles. Era como si la señora fuera una aventurera que viajaba mucho en una motocicleta de esas grandes que tienen decorados de cuero y metal cromado.

Pero ahora, por fin puedo descansar. La madre de Christopher es un amor de persona y muy encantadora. Agradezco que me haya aceptado de manera infinita ya que no hubiera soportado llevar una mala relación con ella.

Estoy segura de que ya estaba en el quinto sueño cuando sentí unos brazos rodearme por la cintura. Me levanté de la cama de golpe y salté cuando vi una sombra oscura y negra en mi habitación, bueno, la de Christopher.

-Tranquila -escucho su voz. Chris- soy yo.

Me tranquilizó y siento en la orilla de la cama tratando de no caer.

-¿Qué pasa? -le digo frotándome los ojos para tratar de enfocarlo- me asustaste idiota -le digo con coraje por qué en realidad sí me había asustado.

-Perdona -se acerca y me abraza por detrás. Sé a qué viene, lo estoy sintiendo- vamos a dormir +dice dándome besos en el cuello bajando a mi hombro.

Yo no llevaba pijama como tal puesta, se me había olvidado así que traía puesta una camiseta de él como ropa para dormir. Me quedaba grande y me sentía como en esas novelas románticas juveniles donde el novio le presta su ropa a su pareja para que pueda dormir.

-Eres mi Hardin -le susurro volteando a él para darle un beso en la boca.

-¿Qué? -responde sin despegar sus labios de los míos.

-Que eres mi Hardin. Mi Hardin Scott. Aquel chico que siempre soñé del cual tenía las expectativas de encontrar algún día. Hace un año que lo he encontrado y hasta ahora me atrevo a admitirlo.

Continuo besándolo y entiendo que él no comprenda nada de lo que le acabo de decir, algún día se lo recordaré con mucho gusto.

Con mucho cuidado de no hacer ruido me toma de las piernas haciéndome colocar mis piernas al rededor de su cintura haciendo gemir al sentir sus manos en mi trasero. Poco a poco me colocó de manera tierna sobre su cama sin parar de besarme quedando debajo de él. Disfrutaba verlo desde este ángulo, era increíblemente perfecto... Bueno, de todos los ángulos era perfecto, pero lo que le da un plus a esto es que estamos apunto de hacer el amor, lo cual, lo vuelve aún más perfecto.

Tomo con ambas manos su pantalón, que agradezco que sean de franela, de eso de abuelitos, y meto mis manos en ellos explorando. Quedó sorprendida al notar que no traía boxers ni calzones ni nada...

-Dios mio, Vélez -digo al tomar su miembro con mis manos.

-Asi me tienes, nena. No puedo negarlo.

De manera cautelosa comienzo a mover mi muñeca de arriba hacia abajo aumentando la velocidad cada vez que sentía sus besos más llenos de lujuria.

-Ambos tenemos... Ambos tenemos que terminar juntos -me dice para bajar sus manos a mí y comenzar a moverla solo por arriba de mi calzón.

Al sentir su tacto contra mí dejé de mover mi mano en él. No podía quedarme quieta ante sus movimientos. Con mis piernas enredadas en su espalda y mis manos arañando su espalda, al cabo de unos minutos terminé, caldo que él no y me sentía mal por eso así que ahora me coloqué encima de él.

-Reciprocidad, querido -digo y con deseo de más, inserté su pene dentro de mí. Me quité su camiseta y la tiré al otro lado de la habitación quedando completamente desnuda ante él, de nuevo.

-¿Ves cómo si te conozco desnuda o no? -me dice para comenzar a moverse.

Sé que habíamos jurado respeto eterno a la casa de su familia pero es que tanto él como yo, no podemos resistirnos el uno al otro, así es el deseo, así es el amor.

Con Christopher ya dentro de mí yo me agarre de la cabezera de su cama , no podía quedarme estable ningún maldito momento.

-Christopher... Tu madre está en el otro cuarto -digo bajando las manos hacia su pecho para poder moverme mejor.

-Lo sé, eso hace de esto algo más excitante. Solo por favor, primor, no hagas tanto ruido como el que acostumbras.

Esas palabras son las que de alguna manera me gustan. Suena algo sucio y totalmente excitante. 

-Sigue... Sigue hablando y no te calles -le digo apoyando mis manos en su pecho de nueva cuenta ayudándolo a tener mejor acceso a mí.

-¿Te gusta que te hable así? Porque puedo usar peores palabras... -dice y la idea me gusta.

-Continua -le digo pegándolo más a mí.

-Puedo decirte lo mucho que me gusta cuando me dejar marcada la espalda porque me hace recordar lo salvaje que eres en la cama mientras yo te penetro haciéndote gritar mi nombre de aquí al otro lado del mundo. ¿A ti te gusta? -continua moviéndose más rápido haciendo que parezca un concierto de aplausos la habitación. Yo asentí mordiéndome el labio para evitar hacer cualquier ruido escandaloso en la casa- ya me imagino. En tu cabeza estás pensando en que harías si mi madre te escuchara gritar mi nombre tan fuerte. Por eso no debe de salir ningún sonido de la habitación nena... Pero no puedes evitarlo porque ese no es tu fuerte. Haré que te vengas tantas veces como sea posible que inundarás la habitación. Así que venga mi amor, vente aquí y ahora en este momento.

Dichas estás palabras, como lo predijo, me vine gritando su nombre demasiado fuerte. Me tapé la boca con la mano mordiéndome la palma, pero ni con eso logré cesar mi delicioso orgasmo.

Caí encima de él rendida, no podía moverme. Mis piernas seguían temblando y mi corazón latía con demasiada fuerza que no estaba segura de si estaba teniendo un infarto ahora mismo.

Con mucho cuidado Chris me colocó al lado de él quedando mi cabeza envuelta por su brazo debajo de mi cuello mientras lo abrazaba con mucha fuerza porque solo así tendría la certeza de que nunca se irá de mi lado.

Aún sigo pensando que esto es un maldito sueño. ¡¿En qué vida se supone que conoces al amor de tu vida en un concierto?! Su concierto, siendo el cantante de el que te enamoras. Con todo lo que pasó parece algo digno de película, pero no, no lo es.

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Nota de la autora...

Hola chicos, como verán he estado subiendo muchos capítulos en esta semana y es porque estoy muy agradecida con la gente que comenta y vota en los capítulos. En verdad no saben cuánto me llena el echo de que les guste mi novela y más ahora que casi llegamos a los 10K. Estoy tan orgullosa de lo que estoy haciendo y tan agradecida con ustedes. Los quiero mucho chicos 💖

No olviden votar y comentar si les gustó el capítulo. También los invito a seguirme y en caso de que quieran, mandarme mensaje, no se preocupen que si necesitan a una amiga, ahí estaré para ustedes.

Gracias por todo. L.

"𝑳𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒃𝒔𝒐𝒓𝒃𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒊" #2 ||Christopher Vélez|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora