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Llevábamos caminando por más de una hora en la agencia de carros. No sabía por cual decidirme y ya me estaba empezando a hartar. Christopher dice que él me visualiza más en un Audi, pero el chico que nos estaba vendiendo insistía en que se me vería mejor un Fiat 500. Ambos me gustaban mucho pero claramente tenía que decidirme por uno. El Audi era más caro que el Fiat pero valía la pena.

-Un bolado y el que salga es el carro que me compro -le dije a Chris.

-Niña, tienes el dinero para comprarte cualquiera de esos dos carros. Piénsalo bien. Un Audi, amor. Esos carros son una chulada.

Y es verdad. Toda mi vida soñé con algún día comprarme un grandioso Audi R8, no me compraré ese está vez, pero sí un Audi. Pero el Fiat 500 lucia muy tierno.

-Toda mi vida he soñado con un Audi, nene. Pero, no lo sé...

Okay, los pros del Audi es que es una carro demasiado bonito, rápido, elegante y muy moderno.

-Es un R8, nena. Te verás demasiado sexy en él -tenía razón.

-¿O sea que solo te parezco sexy en un R8? -le dije tratando de sonar un poco ofendida.

-Eres sexy, muy sexy -se acerca a mí oído y me susurra- pero serás más sexy sobre ese carro sin camiseta y en calzones mientras estás encima de mí.

Sentí como las mejillas se me calentaban y me llevé las manos a la boca, no podía creer que Christopher me dijera esas cosas, pero debo de admitir que me gustó.

-Me llevo el R8 -le dije al chico que levantó la ceja al decirle las palabras- ¿Qué? Tengo el dinero para pagarlo, cariño -le güiñé el ojo y voltee a Christopher- vamos por las llaves.

Era un carro con el que había soñado desde que conocí la existencia de esos carros. Cuando tenia tan solo quince años y leí mi primera controversial novela, el protagonista tenía un R8 y yo me enamoré, de Tyler y de su carro.

Terminamos de hacerlo el papeleo y una vez que mi tarjeta entro y salió de la terminal, ya no había vuelta atrás.
El chico me dijo que mi carro demoraría menos de una semana en llegar, a lo mucho dos días así que para cuando vuelva de Ecuador y México, el carro ya estará aquí.

Este fin de semana estaría con Chris en Ecuador así que no necesariamente lo tendría que tener ya. Para cuándo yo llegue a Miami, el carro estará conmigo. Opté por esperar para ir a México, en unas semanas tendré que ir por trabajo, así que esperaré para ver a mi familia y amigos. Habrá un pequeño festival de música en la ciudad de México y me han pedido ir, los chicos de CNCO se presentarán ahí también así que si yo conozco a la madre de Christopher, el conocerá a mis padres.

Cuando salimos de la agencia, por fin fuimos al cine a ver esa película que tanto deseaba.

-¿No quieres que veamos otra? -dice Christopher por tercera vez camino a la dulcería del cine.

-No, amor. Quiero ver esta. Solo será una hora, no te pasará nada.

-No quiero que me vean dentro viendo una película de adolescentes -dice sin poder evitar notar que varias chicas, me imagino fans de la banda, ya habían notado la presencia de él conmigo.

No quiero que tenga problemas con Clara, otra vez, así que de manera rápida quitó mi mano de la suya a lo que él me mira con duda. Rápidamente le doy un pequeño golpe en el hombro para simular que somos amigos, aunque no creo que sirva, y camino sola y rápidamente a la ve ranilla con las chica de los boletos.

-Buenas tardes -le digo nerviosa al ver que tampoco despega su mirada de mi novio. Después de esto, la chica vuelve su mirada a mí- Dame dos boletos para entrar a ver AFTER, por favor -le digo con una sonrisa hipócrita. Veo que la chica ignora totalmente lo que acabo de decir y saca su celular.

"𝑳𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒃𝒔𝒐𝒓𝒃𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒊" #2 ||Christopher Vélez|| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora