"𝑳𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒃𝒔𝒐𝒓𝒃𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒊" #2 ||Christopher Vélez|| TERMINADA

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James y yo, después de un buen rato terminamos tendidos en la cama, abrazados el uno con el otro como si no hubiera mañana mientras él me acariciaba el hombro con su pulgar.

-Vaya- me dice y suspira -fue totalmente increíble. No sabía que supieras hacer todas esas cosas.

-Yo tampoco sabía. Créeme, el sexo de despecho es el mejor.

-Pues cuando necesites a alguien, solo llámame. Soy capaz de volar hasta Miami con tal de volver a pasar una noche así.

-Lo haré- digo y el guiño un ojo.

Estoy feliz y nadie puede borrar está sonrisa de mi boca. Me siento orgullosa de mí porque en todo el momento que estuve disfrutando de la vida con James, no cruzó ni por un segundo en mi cabeza Christopher. Eso tal vez quiere decir que si progrese en mi plan para olvidarlo.

-Ahora duerme. Debes de estar muy cansada- dice y me da un beso en el hombro. Aunque debo de admitir que efectivamente quedé demasiado cansada- te traeré agua por si te da sed en la noche. Vuelvo rápido- se levanta y va corriendo a su cocina.

La casa era bastante bonita. Quedaba totalmente pegada a la playa y tenía ventanales gigantescos por todos lados. Era un hogar con un estilo minimalista pero hermoso. Me relajaba mucho escuchar las olas del mar chocando con las piedras.

El sonido me estaba relajando tanto que cuando estaba en ese punto en el que ya estás durmiendo, solo sentí como sus brazos me enrollaron la cintura y me pegaron contra él haciendo que me quedé totalmente muerta.

-Creo que es lo mejor. Nunca debimos de conocernos. ¿Entiendes?- me dice mientras me deja sentada en esa mesa de madera.

-¿Por qué? Yo te amo. Tú me amas. ¿Qué tiene eso de malo? Si en verdad nuestro amor es fuerte, luchemos por eso.

-No Ina. Yo quiero amar a alguien con quién no tenga que estar esocondiendome, contigo no puedo salir a lugares muy públicos porque si nos ven juntos se acaba mi vida.

Me dolía la cabeza y el pecho con todo lo que estaba escuchando. Mi cerebro no podía procesar las palabras rápidamente.

-Pensé que yo era tu vida. Pensé... -las lágrimas comenzaban a caer de mis mejillas -...pensé que me amabas.

-No Ina. Te quiero, pero no te amo. Pensé que sí lo hacía y juré decírtelo pero no puedo mentirnos. Te quiero y eres una buena persona- buena persona... -y es por eso que no mereces que te esté dañando. Lo mejor es que firmemos ese contrato y no volvamos a vernos en algo que respecte personal. Ya sabes, en las entrevistas y alfombras sí podemos. 

-¿Y qué hago yo? ¡Dime!- le golpeo su pecho lo más fuerte que puedo -Tú, como siempre te vas y me dejas a mí con todo el cargo del dolor. Yo soy la que sufre y la que tiene que responder al sufrimiento cada vez que me dejas. Ya estoy harta Christopher. Si te vas entiende que no vuelves así me tenga que ir del país- no bueno, eso ya era más grave. Yo no me tenía que ir por él -¿Sabes qué? No, no me iré del país. Yo no hice nada, tú eres el que debería de irse, pero de mi vida- digo y lo vuelvo a empujar. Salgo corriendo de dónde quiera que estábamos, la verdad es que yo solo veía un túnel negro.

Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas mientras corría. Me ardía la cara y con la esperanza de que volviera volteo atrás pero ni hay nada.

-Ina...- escucho una voz. Tal vez es él. Debe de ser él.

-¿Chris?- grito - ¡Christopher!

-Ina- siento como si me sacudieran -¡Ina, despierta!

Eso hago. Abro los ojos y me doy cuenta de que en realidad todo es un sueño. La cabeza me duele y los ojos están húmedos.