Sin saber por qué, Albus se había puesto nervioso. ¿Que tenía ese muchacho? Es decir, es lindo, pero, ¿por que se ponía nervioso por el?
Bueno, siempre le gustó pensar que tuvo esa primera impresión de el porque era una persona intimidante incluso de joven. Tenía una mirada preciosa, pero muy seria, siempre iba arreglado, hablaba muy cordialmente... demasiado elegante para el pueblo, que todo el mundo iba siempre más informal.
Aberforth se había dado cuenta del comportamiento de su hermano, pero no sabía nada del rubio, así que pensó por un momento que algo malo había sucedido. Se acercó despacio hacia él, que seguía apoyado en el marco de la puerta y le tocó la espalda.
—Albus... ¿va todo bien? Te veo muy distante.—
Dijo en un tono suave el menor, cruzándose de brazos con una ceja alzada. En seguida Albus negó y sonrió de lado.
—No es nada. Acaba de venir un muchacho, que según dice es el sobrino de la señora Bathilda. Quiere que le enseñe el pueblo esta tarde.—
Explicó y el menor de los dos pelirrojos asintió suavemente, yéndose hacia la habitación de su hermana, para pasar un poco de tiempo con ella.
La tarde no había tardado en llegar, los hermanos recién comían, y por primera vez en todo el mes, Ariana se dejaba ver, comiendo con ellos en el comedor, aunque con un silencio sepulcral. Albus, que aún seguía pensando en el chico, solo miraba un punto fijo de la pared removiendo la sopa con su cuchara sin parpadear. Mientras tanto, aunque este no se diera cuenta por estar en su mundo, Aberforth acariciaba la mano de su hermana pequeña, mientras le sonreía y le invitaba a dar de comer a las cabras cuando Albus se hubiera ido. Para su sorpresa obtuvo una respuesta positiva.
—Debo marcharme en breve, no quisiera hacerlo esperar. He quedado con él en la plaza del pueblo, supongo que para el atardecer estaré aquí.—
Se puso en pie tras sentir la mirada de ambos sobre el, le dio una palmadita en la espalda al menor y un beso en la cabeza a Ariana, antes de subir a prepararse. Cuando se hubo ido, Aberforth comenzó a hablar.
—¿Por que se molesta tanto? No es como si ese muchacho fuera el primer forastero, y nunca se ha ofrecido a guiar a nadie.—
Dijo el joven soltando un bufido y cruzándose de brazos, se volteó hacia Ariana, quien por primera vez, decidió hablar.
—Ya sabes que Albus es muy sociable, además, es normal que muestre interés. Es un chico joven como nosotros. Seguro que se llevan bien.—
Dijo con una voz bastante suave la de cabellos largos, su hermano le sonrió ligeramente, aliviado de que ella hablara por fin, aunque su voz se oía triste aún.
Aún faltaban diez minutos para su encuentro, y Gellert ya se encontraba allí, porque prefería llegar pronto que tarde, y además tenía que acompañar a su Tia a la biblioteca del pueblo, que estaba cerca. Se encontraba mirando a su alrededor con sus precisosos ojos, ya que hoy era día de mercado, y parecía que todos los habitantes estaban en esa plaza.
Entre la multitud consiguió distinguir una cabellera cobriza, que parecía buscarlo también. El rubio se puso ligeramente de puntillas y le hizo un gesto para que se acercara. El pelirrojo sonrió de lado y se acercó.
—Hola, discúlpame, se me echó el tiempo encima.—
—Buenas tardes. No te disculpes, aún es temprano. Soy un maleducado, te pedí un favor sin si quiera presentarme. Soy Gellert Grindelwald, sobrino de tu vecina, la señora Bathilda Bagshot. Un placer.—
El más bajo de los dos casi tuvo que tragar saliva. Tenía una voz algo grave y ronca, muestra de que ya no era un niño, en cambio la suya aún tenía cierto toque pueril. Además, aún seguía embobado con sus ojos. Un leve rubor se apoderó de sus mejillas.
—Y-yo tampoco me presenté. Soy Albus Dumbledore, es un placer conocerte.—
Sonrió cordialmente y el rubio le devolvió esa sonrisa, tendiéndole su mano, la cual obviamente el pelirrojo aceptó.
—Llegué ayer al Valle de Godric, y estoy un poco desorientado. Mi tía está mayor para hacerme de guía, pero me dijo que quizá tú podrías hacerlo, así que por eso te lo pedí. ¿Por donde me llevarás primero?—
Los ojos del más alto seguían puestos sobre el rostro ligeramente sonrojado de Albus, quien parecía quedar embobado con su voz. Por su puesto que Gellert no era tonto, su Tia le había puesto al día con la familia Dumbledore, haciendo especial hincapié en el muchacho que tenía en frente. Según le había entendido, el pelirrojo destacaba por ser un joven mago sumamente brillante e inteligente. Eso le hizo pensar al rubio que si jugaba bien sus cartas, podría tenerlo de aliado en su búsqueda, lo que haría las cosas más fáciles.
—Podemos empezar en el cementerio, ya que este pueblo es famoso por la sepultura de Ignotus Peverell, primer portador de la capa invisible.—
Explicó el pelirrojo con ambas manos en la espalda. A Gellert comenzaba a agradarle su mirada, ese curioso tono rojizo en sus mejillas y sus labios rosados y entreabiertos, como si tuviera delante al plato de carne más suculento.
—Excelente, verdaderamente tengo muchas ganas de conocer ese lugar en particular. ¿Me muestras donde está?—
Preguntó con voz melosa, era evidente que el rubio sabía dónde estaba el cementerio, al cual ya había ido varias veces en lo que llevaba allí, pero no iba a hacérselo saber a Albus.
Ambos jóvenes comenzaron a caminar. Gellert lo dejó ir primero, para observarlo mejor. Casi por instinto, sus ojos se iban al trasero del pelirrojo. No pudo evitar pensar por una parte que se estaba comportando como un indecente. Pero por otra parte, esos pantalones lucían excelente en el.
El de ojos heterocromaticos se relamió los labios disimuladamente cuando llegaron al cementerio. Al llegar a la entrada, el pelirrojo se volteó quitándole las vistas, por lo que tuvo que mirarlo al rostro, notando como se ponía nervioso.
—Aquí estamos. Supongo que irás a ver la tumba del hermano. Yo la he visto muchas veces.—
Dijo el pelirrojo entre titubeos, mirando al piso. Eso fue demasiado tierno hasta para Gellert, que para ver su reacción, colocó una mano en su hombro, haciendo que se sobresaltara.
—No sabes la ayuda que me brindas, amigo mío.—
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Gellert & Albus
FanfictionEn esta historia, contaremos la historia de un shipp de la saga de Harry Potter: Grindeldore. Es evidente que la información que nos dieron en AF y AF2 es insuficiente, por lo que contaremos en este fanfic lo que pasó entre ambos, desde sus puntos d...