La mañana había llegado demasiado pronto para Albus, quien había despertado en el pecho de Gellert. Después de ambos asearse un poco, Gellert bajó al sofá donde supuestamente había pasado la noche. Bathilda y Gellert le prepararon el desayuno y Albus se disculpó con ellos por el misterio de la noche anterior.
Ahora tocaba lo peor, que era tener que convivir con Abeforth. Realmente peleas habían tenido miles, pero jamás habían llegado a las manos, y él jamás se fue de casa así. Si volvía, era por Ariana solamente.
Así que se fue tras despedirse de la Tia de Gellert y del rubio y entró a su casa. Eran apenas las nueve de la mañana, pero ellos ya deberían estar despiertos.
Entró en su casa, pero no había nadie, no se oía nada, así que supuso que debían estar fuera, con las cabras. Se asomó y efectivamente, ahí estaban sus hermanos, hablando entre ellos mientras alimentaban a las cabras más jóvenes.Ariana fue la primera en reparar en él, y al verlo, corrió en su dirección abrazándolo con fuerza, como si se hubiera ido años en vez de una noche.
-¡Albus! Te echaba de menos, ¿donde has pasado la noche? ¿Estás bien hermanito?-
La jovencita se veía entusiasmada, Albus también la abrazaba, su humor había mejorado muchísimo después de aquella charla con Gellert, parecía que solo él lo entendía y sabía comprender, le transmitía una paz que no era capaz de explicarse.
-Dormí en casa de la señora Bagshot, no debes preocuparte, pasé una buena noche.-
Le sonrió de lado, su hermana miraba con preocupación ese golpe que tenía en el pómulo, Ariana sabía perfectamente por qué tenía ese golpe, les había oído discutir de esa manera tan fuerte, quizá la más fuerte que había presenciado de todas sus peleas.
-Demasiado buena...-
Escuchó murmurar a su hermano, quien seguía alimentando a sus cabras, como si él no estuviera allí. Realmente a Albus no le dolía su indiferencia, pues si eso es lo que pensaba sobre Gellert, entonces era mejor que no le dirigiera la palabra, para evitar más encontronazos. Además, no estaba dispuesto a perdonar como se había dirigido a él ayer.
-Oh, por favor, acompáñame adentro Albus, tengo algo para ti.-
El mayor asintió y tomando la mano de su hermana, ambos fueron dentro de su casa. Ariana sonrió llevándolo escaleras arriba, a su habitación. Albus se sintió un mal hermano, al darse cuenta de que hacía mucho que no pasaba por ahí. La habitación de su hermana era algo más pequeña que la suya, pero tenía algunos peluches, y en las paredes había varios dibujos de los tres. Estaba tan ocupado mirándolo todo que no se dio cuenta de que su hermana había cerrado la puerta y se sentó en la cama, haciéndole un hueco para que se sentara con ella, y así lo hizo.
-Ayer os escuché pelear. Me sentí muy triste cuando te fuiste.-
Dijo y Albus la miró acariciando su cabello. La relación con su hermana no era demasiada. Ariana y Aberforth tenían más relación entre ellos. Incluso se llamaban con diminutivos, "Ari" y "Abi". Albus los llamaba por su nombre completo.
-Siento que nos escucharas. No me gusta discutir con Aberforth... pero... a veces pasa.-
Ariana ladeó la cabeza e hizo una mueca, balanceando sus piernas.
-Pero la pelea de ayer fue especialmente fea, lo oí todo Albus... entiendo que te enojaras así, Gellert es muy amigo tuyo, y lo que Abi te dijo no estuvo nada pero que nada bien. Yo lo regañé después de que te fueras.-
El pelirrojo la sonrió. Realmente su hermana lo quería más que lo que él la quería a ella, y eso lo sabia de sobra. No pasaba ni la mitad de tiempo con ella. Guardó silencio mirando hacia otra parte.
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Gellert & Albus
FanfictionEn esta historia, contaremos la historia de un shipp de la saga de Harry Potter: Grindeldore. Es evidente que la información que nos dieron en AF y AF2 es insuficiente, por lo que contaremos en este fanfic lo que pasó entre ambos, desde sus puntos d...