Gellert & Albus

XIV. Come with me, don't think it twice

Que rápido había llegado la mañana siguiente. Cuando Albus se despertó, se dio cuenta de que le estaba dando la espalda a su compañero de cama, pero este estaba dejando su cabeza descansar en su hombro mientras pasaba una mano por su cintura, acariciando inconscientemente su vientre bajo. Sabia que Gellert seguía dormido, pues su respiración tranquila y pausada chocaba contra su hombro haciéndolo sentir una perfecta calidez. Además, algunos rizos rebeldes del rubio lo hacían cosquillas en la nuca.

Era imposible no sentir ganas de quedarse así toda la vida, pero en breve tenía que bajar y despedirse de su amigo, además que corrían peligro de ser vistos, así que con cuidado se volteó quedando cara a cara con él y comenzó a dejar pequeños besos en su nariz y labios hasta que perezosamente abrió los ojos.

-Buenos días, amado mío.-

Bromeó el pelirrojo mientras Gellert bostezaba y se frotaba los ojos. Cuando terminó, se apegó lo más que pudo a Albus y así fue como sin mediar palabra, comenzó una sesión de besos y manoseos matutina, probablemente la más placentera que ambos habían experimentado.

-Tengo... tengo que bajar.-

Murmuró tratando de no reír Albus, ya que cuando Gellert se hubo cansado de sus labios, comenzó a besar su pecho y ahora besaba su vientre bajo como un desesperado. Lo que más le hacía gracia de todo, era que todavía no había dicho palabra alguna, solo besos. Tuvo que obligarlo a parar porque estaba comenzando a sentir un cosquilleo en la entrepierna que podría ir a más si no lo detenía ahí.

Se fue a asear dejando a un Gellert semi desnudo tumbado boca abajo.

⇜✫⇝

-No te preocupes Aberforh, me da tiempo más que de sobra para llegar al translador. Esperemos un poco más.-

El menor de los Dumbledore y Elphias charlaban en la cocina mientras desayunaban. Él sabía que los hermanos nunca se habían llevado muy bien, pero notaba a Aberforth especialmente tenso al hablar de su hermano mayor.

Ambos miraron a las escaleras cuando Albus bajó apresuradamente. Los vio en la cocina y se acercó avergonzado por haberlo hecho esperar. Aberforh carraspeó levemente y se retiró, dejándolos solos. Albus no le dio importancia, estaba más que acostumbrado y se sirvió un poco de leche en un vaso. Por un momento pensó en subirle un poco de comida a Gellert, pero iba a ser rarísimo para ellos.

-Muy buenos días Albus-

Dijo sonriendo. El nombrado se volteó a mirarlo y le devolvió la sonrisa lo más creíble que pudo comenzando a beber la leche mientras tomaba un cupcake de los que les había traído ayer la señora Bagshot.

Se formó un pequeño silencio en la cocina, se escuchaba a Aberforh y Ariana hablar en la sala de estar, y Elphias miraba al piso y después a la puerta del lugar. Notaba que algo le pasaba a su amigo, ¿habría dormido mal? Cuando sus miradas se encontraron, el moreno carraspeó levemente y se acercó comenzando a hablar en voz baja.

-Escucha Albus eh... no quiero que pienses que soy un entrometido, y sinceramente, quería haber pasado esto por alto y marcharme, pero ya que estamos solos, debo decirte algo.-

Albus lo miró confundido y dejó el vaso de leche en la encimera, apoyándose sobre esta y cruzándose de brazos. Elphias se veía algo incomodo, pero sin hacer preguntas, dejó que prosiguera mirándolo fijamente.

Tras esa pausa, habló.

-Antes estaba buscando mi telescopio extensible, ese que te dije ayer que compré en Pekín, ¿recuerdas? Bueno, el caso es que cai que estaba en tu habitación y estabas durmiendo, no quería despertarte y...-