Dorian se quedó perplejo viendo como el ascensor frente a él cerraba sus puertas, no era posible que después de tantos años aquella mujer que lo abandonó en la playa apareciera de esa manera
- ¿quién maneja el destino como para hacer que esto suceda? -pensó el joven mientras trataba de salir del asombro
-hijo, qué te pasa ¿estás bien? -le preguntó su padre viendo la cara de impacto que tenía
- ¿Dijiste que ella será mi nueva asistente? preguntó Dorian a su padre mientras el ascensor continuaba subiendo
-sí, así es, mariane será tu nueva asistente, ella te ayudará y será tu apoyo
- ¿por qué ella padre? -preguntó Dorian con un deje de dolor en su tono, un dolor que solo él sentía y solo él sabía el porqué de ese sentimiento
-porque era mi asistente, porque es una buena empleada, es eficiente, su modo de trabajo es impecable, es colaboradora y puedes confiar en ella más que en cualquiera dentro de esta compañía
-confiar en ella dices- dijo Dorian entre dientes para que su padre no escuchara
- ¿Cómo dices? -preguntó Carl
-No, que me preocupa mi asistente, entonces ¿él perderá su empleo?
-para nada, el volverá a España, preparará todo para recibir a quien te reemplazará, por eso no debes preocuparte- contestó el padre confiado
-Bueno, vamos entonces- dijo Dorian viendo alumbrar el piso 15 en el tablero del ascensor- muero de ganas por conocer a mi asistente, necesito comprobar todo lo que me has dicho de ella, me suena demasiado maravillosa para ser real
-verás que así es, te vas a sorprender cuando la conozcas
-ya lo creo padre, nos vamos a llevar una sorpresa -dijo Dorian con tono irónico saliendo del ascensor para dirigirse a su nueva oficina
Kali había llegado solo un par de minutos antes, pero antes de llegar a su escritorio, valeska la detuvo
-Mariane, espera -le gritó valeska a la joven mientras la veía pasar por su oficina
Kali se detuvo y dio marcha atrás hasta quedar de frente a la puerta de la rubia - sí valeska ¿me necesitas?
-entra y cierra la puerta, debemos hablar antes de que conozcas a tu nuevo jefe-
La joven entonces entró y a su paso cerró la puerta para luego tomar asiento frente a la mujer, quien tomó aire y luego lo soltó en un fuerte suspiro para comenzar a hablar
-como sabes tú no será más Carl, ese puesto ahora es de su hijo Dorian
-sí, lo sé -respondió kali- ¿qué hay de novedoso en eso? -preguntó la joven
-Bueno, debes tener claro que varias cosas cambiarán a partir de ahora -dijo la rubia poniéndose de pie y caminando por toda la sala- Dorian es muy exigente, y al primer error que tengas no dudes, perderás tu trabajo, eso como primer punto; segundo, harás todo lo que te pida
-eso hago valeska, soy su asistente, ese es mi trabajo -dijo kali a la rubia-
-y tercero y más importante -dijo la mujer alzando un poco el tono de su voz- Dorian es mi novio, por lo que me necesitará más que a nadie, así que habrá días en los que tu no serás necesaria porque yo estaré para él siempre
kali torció sus ojos y tomó aire porque no encontró manera de calmar la exasperación que la fastidiosa mujer le había despertado
-Valeska -dijo kali poniéndose de pie para disponerse a salir- ¿qué es lo que te preocupa? no voy a quitarte a tu novio, no tienes que amenazarme con perder mi trabajo, puedes estar tranquila, me ha costado mucho estar donde estoy hoy como para echar todo por la borda solo por un hombre común- kali se acercó a la mujer y tocó su hombro con dos palmaditas- no tienes por qué temer - y sin darle tiempo de responder la joven salió de la sala dejando a la rubia con la boca abierta y un toque de ira.
-no entiendo por qué tiene que ser así -dijo kali mientras caminaba hasta su puesto- ¿acaso valeska me odia por alguna razón? - pensaba ella, hasta que el sonar de su teléfono le hizo apurar el paso para llegar a su escritorio y contesto
-Presidencia muy buenos días le habla mariane, en qué puedo servirle- contestó ella agitada-
-Mariane, querida, soy yo Carl- ven a mi oficina junto con Valeska, tu jefe quiere conocerte-
-enseguida señor- dijo ella y de inmediato colgó
Valeska paso junto a ella y le regaló una mirada de desprecio, esa mirada que le recordaba por qué había huido de su hogar, una mirada cargada de desprecio, proveniente de una persona mala, aborrecedora, una mirada que le recordaba a Yamir, la persona a la que su padre la entregó como si fuera un juguete, solo por dinero. La joven Kali sintió como un escalofrío recorrió todo su cuerpo haciéndola volver a la realidad
-te quedarás ahí o vendrás a conocer a mi novio- dijo Valeska con orgullo
Kali solo su agenda y una pluma y de inmediato puso marcha a la oficina principal
La puerta sonó con dos delicados golpes y del otro lado, Dorian sintió como cada parte de su cuerpo se tensaba, su pulso se agitaba y la ansiedad por ver el rostro de aquella joven era cada vez mayor. Después de tantos años, de noches en vela preguntándose que había hecho mal, la culpable de todo eso aparecía
-adelante -dio Carl y la puerta de inmediato se abrió
Valeska entró primero sintiéndose la dueña y señora de todo el lugar corriendo a abalanzarse a los brazos de Dorian y dejando atrás a la joven y tímida kali
-Dorian querido por fin estás aquí, no sabes cuánto te extrañe -dijo la rubia intentando darle un beso, al joven, algo que él con maña evitó
-Yo también me alegro de verte de nuevo Valeska -dijo siendo lo suficientemente frío como para hacerle saber que no estaba de acuerdo con el escándalo que estaba haciendo- ¿dónde está mi asistente? -pregunto Dorian haciendo a un lado a la rubia-
-Ahí viene -respondió ella déspota señalando la puerta
Kali entró a la oficina revisando un par de tarea pendientes anotadas en su agenda, y tratando de poner orden a su día señalando que estaba listo y que no
-Mil disculpas por la demora, debía revisar primero todo lo pendiente -dijo la joven pasando el umbral de la puerta con la vista fija en su cuaderno
-Mariane, querida-dijo Carl- Él es Dorian, tu nuevo jefe
Kali levantó la mirada y tan pronto lo hizo la libreta resbalo de sus manos, el hombre que había dejado plantado aquella madrugada en la playa y a quien se había entregado por primera vez era ahora su jefe, que mala trampa le estaba poniendo el destino
La joven no supo cómo reaccionar más que poniendo ambas manos en su boca en señal de asombro
-Mucho gusto señorita -dijo Dorian acercándose a ella hasta quedar frente a frente- Es un gusto conocerla, desde ahora seré su jefe, estaremos juntos y usted no me abandonará - recalco estirando su mano para terminar la presentación-
-mu... mu... mucho ... es... es un gusto... señor -pronunció kali mientras entregaba su temblorosa mano para sellar la cortés presentación
Kali y Dorian sostuvieron sus miradas reconociéndose en cada uno y trayendo a su mente aquella noche mágica, ahora estaban unidos, no como antes, pero unidos y el camino que estaba a punto de comenzar se pintaba algo turbio. Esa noche loca cobraría intereses
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KALI Una Hindú en el Occidente
Teen Fictionkali Sapru Hangal, una chica de la India, obstinada, inteligente, segura y llena de una alegría abismal, que a sus 22 años creía ciegamente que el amor verdadero sí existía. Tenía un serio problema con su familia, pues a pesar de estar en pleno s...