Capitulo 40

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Después de la discusión con su padre, Dorian volvió a la cama, el sueño era lo único que lo mantenía lejos de la realidad, aunque esa realidad ahora lo estuviera necesitando más que nunca. Un par de horas después, nuevamente despertó, miró por su ventana el extenso jardín que hacía parte de su hogar y comenzó a recordar el accidente que tuvo en el coche varios meses atrás

-Ahora entiendo por qué te negaste a ir conmigo a la India -pensó en voz alta mientras veía el sol ponerse- 

Despacio caminó hasta la mesa en la que su padre había dejado la carta y comenzó a leerla, necesitaba darle frente al dolor que sentía.

 Dorian realmente estaba haciendo un esfuerzo por comprender las razones que Kali había tenido para ocultarle la verdad, pero no soportaba el hecho de saber que ella no había confiado en él durante todo el tiempo que estuvieron juntos, ahora más que nunca le costaba creer en las palabras de la joven

-Si me amabas tanto por que no me hablaste -decía llorando al mismo tiempo que leía la carta llena de amor y dolor que Kali había escrito antes de irse- me cuesta creer que lo que dices aquí es verdad, sé que no debería dudar tanto después de todo lo que mi padre me ha dicho, pero mi corazón me pide evidencia, me heriste Mariane, aun cuando sabías que eras mi vida, que te amaba como a nadie en el mundo, no puedo perdonarte y simplemente olvidar el hecho de que no confiaste en mi, no fuiste capaz de verme como tu respaldo cuando tu para mi lo eras todo, necesito ver la verdad con mis propios ojos

El joven guardó la carta y salió de su cuarto dispuesto a hablar con su padre

-Hijo ¿que haces aquí? -preguntó  Carl a Dorian al verlo entrar al despacho con cara de angustia

-Necesito un trago y compañía papá, necesito olvidarme de Mariane y de todo esto que está pasando o me volveré loco

-Ay hijo mio -dijo el hombre levantándose de su escritorio y caminando hacia donde se encontraba Dorian- ¿seguro que quieres olvidar a Mariane?

-Papá, si no lo hago voy a enloquecer, mi corazón y mi cabeza están en conflicto ahora, no puedo pensar con claridad, no se ni que es lo que quiero; deseo con todas las fuerzas del mundo creer toda esta historia loca que ella me cuenta, pero necesito pruebas papá, necesito algo que me demuestre que todo esto que ella dice es verdad

-vaya, no sé que decirte. Veo que no es suficiente todo lo que te he contado

-no lo es padre ¿tu viste a ese supuesto hombre intentando hacerle daño? ¿viste la supuesta negociación que hizo su padre con el hombre al que la tiene comprometida? ¿Sabes siquiera si ella realmente no quiere ese compromiso?

-Dorian, te dije que había gente de mi equipo investigando, a ella le costó mucho confesarme la verdad después de enterarse que yo la había descubierto, todo lo que ella decía concordaba, o daba sentido a lo que mi personal me había informado

-lo siento padre, pero tengo que verlo por mi cuenta

-Dorian, respondeme algo; qué ocurriría sin un día, después de que pase un tiempo, digamos unos seis meses después de todo esto, descubres que Mariane simplemente ya no está más, que ha muerto después de casarse con ese hombre

Dorian sintió un escalofrío recorres su espalda y un temor enorme apoderándose de él

-Eso no ocurrirá padre

-¿por qué estás tan seguro?

-Porque Mariane es fuerte padre, es tenaz, por eso no creo que esté siendo obligada a casarse con un hombre al que ella no ama

-Solo espero Dorian, que cuando  decidas creer en ella no sea demasiado tarde

Carl salió del estudio dejando a un callado y dudoso Dorian solo con muchas más preguntas y menos respuestas de las que tenía antes


Los días comenzaron a transcurrir, Dorian retomó su trabajo en la oficina y Kali comenzaba a recuperarse de la fractura, para él, el dolor  cada día se hacía más insoportable, para ella  la angustia por verse cada día más cerca en manos de un hombre malo, era más fuerte. Pronto pasó un mes desde que Kali partió y todavía no tenía noticia alguna de Dorian

-Maddie, te das cuenta que se nos acaba el tiempo -dijo Kali a su amiga por teléfono-

-Kali lo sé, y me angustia esto, ha pasado un mes y no he logrado hablar con Dorian, siempre que voy a su casa, la empleada que abre la puerta dice que no está, y en su oficina no me permiten verlo sin agendar una cita, pero el problema no es ese, el problema es poder agendar la maldita cita porque todos sus horarios están copados y debo intentarlo la próxima semana

-Escúchame Maddie, lo mejor será que nos olvidemos de todo esto, te agradezco por haber intentado ayudarme, pero ya nos dimos cuenta que no va a funcionar, además lo más probable es que Dorian ya me haya olvidado, él me odió después de enterarse de la verdad y hasta hoy no ha intentado buscarme siquiera para hablar de lo que ocurrió

-No Kali, no voy a rendirme, no voy a permitir que termines en manos de ese hombre, te prometo amiga que vamos a lograrlo juntas

-Maddie ya no lo sé, ni siquiera he logrado convencer a mi madre para que escapemos, ella teme a mi padre al igual que mi hermana, ninguna apoya mi idea de huir de nuevo -decía la joven llorando desesperada en su cuarto- tengo miedo, mi padre cada día trae a un doctor  para que vea como está mi pie, y todos los días mejora más, en poco tiempo estarán de nuevo hablando de la boda, estoy desesperada

-Lo sé amiga, yo también  estoy preocupada por esto, pero no creas que te voy a dejar sola,  vamos a lograrlo juntas

Kali había intentado con todas sus fuerzas convencer a su madre y a su hermana de escapar con ella de nuevo a América, estando allí juntas al menos tendrían el respaldo de Carl, pues confiaba en que no las dejaría solas, pero cada paso que había intentado dar, había sido imposible, pues su madre y hermana temían a su padre y a la reacción que pudiera tener, era mayor ese miedo que las ganas de huir de allí

Maddie por su parte también había intentado de una y mil formas  hablar con Dorian, pero había resultado imposible, ahora no le quedaba más que agotar el último recurso que tenía, ir a plantarse en la puerta de su casa esperando a que llegara y que al menos le permitiera hablar.


KALI  Una Hindú en el OccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora