KALI Una Hindú en el Occidente

Capitulo 33

Las semanas comenzaron a transcurrir entre el trabajo y las noches eternas al lado de Dorian. Kali era una mujer feliz, pero el no sentirse segura de si misma para entregarse nuevamente a él, le llenaba el alma de pena. Pronto pasaron tres meses y entre besos y caricias la joven sentía que ya no podría resistir más.

-Debo hacer algo -pensaba en su escritorio mientras dejaba que se llegara la hora de salida- quiero estar con él, quiero que todas estas sensaciones en mi cuerpo exploten

Mientras estaba fundida en sus pensamientos, la voz chillona de la rubia llegó a fastidiarle

-¿Por qué tan distraída mi querida amiga? -le dijo irónica con su acento ruso-¿ piensas en mi Dorian?

-Valeska, pero que desagradable sorpresa- le respondió Kali saliendo de su pensar y concentrándose en lo que decía- hacía ya tanto tiempo que no venías a aburrirme que había olvidado que existías

-Tu no podrás olvidarme nuca Mariane, porque soy la mujer que te va a quitar lo que más quieres

-a qué quieres jugar rubia -le respondió Kali poniéndose de pie

Mientras ambas estaban a punto de comenzar una fuerte discusión, Dorian salía de su oficina; estaba a punto de presenciar una situación desagradable y de dejarle en claro a Valeska quién era Mariane

-No estoy jugando Mariane linda -decía la rubia acercándose a la joven mientras Dorian escuchaba atento cada detalle de la conversación tras una pared- Dorian volverá a ser mío cuando menos lo esperes, o con quién crees que se ha estado quedando todas estas noches

-Ay Valeska por favor, deja de ser tan patética, Dorian no estaría contigo ni siquiera por lástima, por qué recurres a inventar cosas, si supieras lo baja que te ves en esta situación -respondió Kali llena de cólera

-No son inventos, y te dije que te ibas a arrepentir si me volvías a hablar así

Valeska levantó su mano para golpear a Kali, pero ella reaccionó a tiempo y la frenó en el aire

-Ni se te ocurra ponerme una mano encima -le advirtió Kali

-Qué es lo que te duele, que yo te diga que Dorian y yo nos acostamos todos lo días, o que sepas que él jamás, pero escúchame bien, jamás se fijaría en una basura, muerta de hambre, poca cosa como tu

Kali sintió como la ira se apoderaba se todo su cuerpo y sin pensarlo levantó la mano y le dio a Valeska la cachetada que hacía tanto tiempo se estaba buscando

-Cuando vayas a hablar de mi, primero te lavas la boca maldita víbora

La rubia volteó llena de furia directo a abalanzarse sobre Kali, pero antes de que lo hiciera Dorian la detuvo

-¡Valeska, ya basta! -le gritó sacudiéndola con fuerza- jamás en tu vida vuelvas a intentar ponerle una mano encima a Mariane, porque te juro que te vas a arrepentir. Deja de estar inventando estupideces, nunca, escúchame bien, nunca volveré a estar contigo, ni siquiera porque mi vida dependa de ello -dijo acercándose a Kali- porque a quién yo amo es a Mariane, y ni tu, ni nadie va a poder separarme jamás de ella -

Dorian dijo esto y tan pronto como terminó, le dio un apasionado beso a su amada, dejando en shock a la rubia que ahora pensaba destruir la vida de ambos

-Tu lo elegiste -dijo Valeska llena de odio- si no eres para mi, tampoco lo será para esta desgraciada, te vas a arrepentir Dorian, los dos se van a arrepentir. Tu no debiste cruzarte nunca en mi camino

Después de esto Valeska salió del lugar y Dorian y Kali se encontraban aun en la oficina consternados

-Me da miedo que pueda hacernos algo -dijo Kali temblorosa- viste el odio que se veía en su mirada

-Lo vi -respondió Dorian también asustado- no dejaré que nada malo te ocurra

-Dorian... hay algo de lo que quiero hablarte -dijo Kali decida a contarle toda su verdad-

-Está bien, pero salgamos de aquí, necesitamos estar un poco más tranquilos

Camino a casa Kali continuaba angustiada, pues algo en su interior le decía que Valeska iba a hacerles daño

-¿estás mejor? -preguntó Dorian

-no, Valeska está mal Dorian, tengo miedo por nosotros

-Vas a estar bien mi amor, te lo prometo.

-Oye, mañana iré a visitar a Maddie, hace mucho no la veo, quiero ver al bebé también. Así que aprovecharé que mañana es sábado y no hay trabajo pendiente

-¿Me dejarás? -dijo Dorian poniendo cara triste

-Jamás te dejaré mi amor -respondió Kali tomando la mano de su amado- solo serán unas pocas horas. Te prometo que pasaré la noche contigo

-Está bien, entonces te veré mañana -dijo Dorian aparcando el auto frente al edificio de Kali- llámame mañana cuando estés con tu amiga

Kali besó a su amor y rápidamente entró a su hogar. La mañana llegó y muy temprano la joven partió a ver a su mejor amiga

-No sabes cuanto te extrañé -dijo Kali abrazando a maddie- han pasado tantas cosas amiga

-lo sé, yo también te extrañé mucho -le dijo maddie- pero ven, no nos quedemos aquí, entremos

Las amigas hablaron y hablaron del sin fin de cosas que les había pasado durante todo el tiempo en el que no se habían visto, hasta que en medio de tanta charla llegaron al tema más caliente y vergonzoso para Kali

-¿Entonces no han estado ni una sola vez? -preguntó Maddie sorprendida

-no, y no sabes las ganas que me dan, pero me da miedo, no me siento segura

-Kali, por Dios pero qué cosas dices, mírate, cuantas quisieran tener tu cuero, tienes unas curvas de infarto amiga, te aseguro que con la lencería indicada tu hombre morirá y tu te verás perfecta.

-No lo sé, nunca he usado algo parecido

-Bueno, para todo hay una primera vez -dijo Maddie emocionada- Deja me pongo mis zapatos, vamos a ir al centro, debemos comprarte algo hermoso para esta noche

Ambas salieron tomadas del brazo rumbo al centro de la ciudad, en un sin fin de lugares habían miles y miles de prendas eróticas, solo un par de horas y Kali había encontrado las prendas indicadas para hacer de su noche con Dorian, una noche especial

-¿Estás segura que funcionará?

-Más que segura amiga -dijo Maddie- ahora vuelve a tu casa, debes prepararte para tu hombre

Tal como lo habían planeado Maddie y Kali se despidieron y la joven partió hacia su hogar. La noche estaba llegando y era hora de sacar de si misma ese lado sexy que hasta ahora no había explotado.