La mañana arribó y con ella la desolación en lo profundo de Kali al recordar que en la oficina las cosas no serían iguales, Dorian no estaba y su ausencia se sentía
-Bueno, supongo que tendré que hacerle la mejor cara a estos días- dijo llegando a su puesto-
Kali tomó asiento y mientras esperaba a que su computadora encendiera, tocó su pecho y sintió el pequeño jade que colgaba, recordando cada momento de la noche anterior. Mientras lo tomaba con su mano volteó hacia un lado de su escritorio y encontró una pequeña nota con una caja de chocolates
"No te alcanzas a imaginar lo feliz que me soy, te prometo darte toda la felicidad que mereces cuando vuelva, por ahora, no me olvides, yo te recordaré a cada instante. Con amor, Dorian" - Decía la nota
La joven suspiró y dejó que su alma se llenara de gozo mientras leía una y otra vez aquella nota
-y yo prometo hacerte feliz a ti, prometo darnos la felicidad que un día yo misma nos negué-
Mientras el día en las oficinas de Roya House transcurría, las horas en el vuelo a Nueva Delhi para Dorian se hacían eternas al lado de Valeska
-No veo la hora de aterrizar, me muero por estar ya en la india y conocer todo contigo-decía Valeska con su muy marcado acento ruso y una notoria y fastidiosa emoción-
-Valeska, no quiero sonar grosero, pero te quieres quedar callada un par de horas, este vuelo salió a las cinco de la mañana y no has dejado de hablar ni un solo minuto- dijo el joven ya desesperado- y todavía faltan nueve horas más así que por favor, no me hagas esto más insoportable
-lo siento Dorian, pero se me hace muy emocionante poder conocer la India y sobre todo contigo, mi gran amor -dijo ella tomando la mano del joven-
-Valeska no te equivoques - le dijo con tono molesto retirando bruscamente la mano de su agarre-
-Desde que llegó esa niña entrometida cambiaste por completo-le reprochó la rubia-
-No te metas más con Mariane, ella no te ha hecho nada, tu en cambio la gritas,incluso has intentado golpearla y no he visto que toe acciones en tu contra
-¿te parece poco quitarme tu cariño? sabes bien que soy mucho mejor que ella
-Valeska por favor, ¿quieres que te recuerde quién fue la culpable de acabar con todo esto? tu y yo nos íbamos a casar pero se te ocurrió la fabulosa idea de meterte con uno de mis mejores amigos el mismo día de nuestra boda ¡EN MI CASA! le gritó él
-Todavía te duele- dijo Valeska con una sonrisa burlona sintiéndose triunfante
-Claro que no, yo sí logre olvidarte y te recuerdo que si continuas en la compañía no es por mi, sino por tu padre y sus constantes suplicas para mantenerte allí
-Entonces por qué te molestas? -pregunto ella con una ceja levantada y una sonrisa malévola
-Porque me llena de ira saber que tienes el descaro de compararte con Mariane, una mujer tan buena, tan pura y tan especial como ella, no tiene absolutamente nada que envidiarle a alguien como tu, que lo único que sabes hacer es jugar sucio
-Sabes algo querido, tus palabras no me duelen, pero solo por tratar de humillarme te haré pagar muy caro
-Valeska haz lo que quieras, no vas a lograr nada
-tienes mucho que perder Dorian, así que no me provoques
-¿me estás amenazando tu a mi? -Valeska no intentes jugar conmigo porque sabes que te puede ir muy mal, yo también se jugar sucio
La rubia dio una mirada cargada de odio al joven y volteó su rostro para evitar verlo.
Las horas que quedaban de aquel vuelo se pasaron en silencio, pues la discusión había bastado para dejarse claro que las conversaciones sobraban en el lugar. El avión por fin aterrizó en el aeropuerto de Nueva delhi y mientras allí cada vez era más tarde, en América recién amanecía, era el momento justo para enviarle un mensaje a su querida Kali
-Hace poco llegamos a India, no te imaginas lo cansado que estoy, pero todo eso pasa a segundo plano cuando te recuerdo y pienso en nuestro encuentro a mi regreso. Te extraño Mariane y prometo compensarte cada hora perdida. Con amor, Dorian- Decía el texto que le escribió a Kali-
-No te imaginas el vacío que se siente el estar aquí sin ti, no cabe duda que tu ausencia es realmente brillante. Te extraño Dorian y espero con ansias el día en el que podamos volver a vernos, es un fin de semana, pero parece una eternidad. Te deseo mucha suerte con todo lo que debas hacer y trata de descansar cuanto más puedas, yo cuidaré de ti cuando vuelvas, pero ahora te toca a ti. Te quiero, Mariane- respondió Kali también con un teto mientras suspiraba con cada palabra que escribía-
-¿Ya estás poniendo al tanto de todo a tu amada cualquiera? preguntó Valeska a Dorian acercándose a él
-Primero no te incumbe y segundo que sea la ultima vez que la tratas mal porque vas a pagar las consecuencias
Valeska solo sonrió y caminó hacia el taxi que los esperaba para llevarlos directo al hotel. Al llegar, sus habitaciones estaban listas y cuando por fin se vio solo, Dorian sintió paz.
-Necesito una ducha antes de dormir -dijo mientras iba quitándose cada prenda
Un minuto antes de entrar a la ducha, recordó las palabras que Valeska le había dicho en el avión- "tienes mucho que perder Doria, así que no me provoques" - estas palabras resonaron en la cabeza del joven y de inmediato corrió hasta la puerta de su habitación y la puso bajo llave, así estaría seguro de que Valeska no entraría, él tenía muy claro la clase de mujer que podía llegar a ser Valeska, y no temía por él, sino por Kali, porque sabía que haría cualquier cosa para alejarla de él y eso no lo iba a permitir. Teniendo su puerta bajo seguro, entró a la ducha y con tranquilidad tomó el baño relajante que tanto necesitaba, para luego salir y caer en un profundo sueño
Dorian no estaba equivocado, Valeska era una mujer de grandes alcances, y tan posesiva como solo ella podía ser. Bastante razón tuvo al dejar su puerta con seguro, pues la rubia no tardó en intentar entrar a la habitación y meterse bajo las sabanas de él. Bien que había pensado el hombre tanto por su bien, como el de Kali. El plan de la mujer se había frustrado.
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KALI Una Hindú en el Occidente
Novela Juvenilkali Sapru Hangal, una chica de la India, obstinada, inteligente, segura y llena de una alegría abismal, que a sus 22 años creía ciegamente que el amor verdadero sí existía. Tenía un serio problema con su familia, pues a pesar de estar en pleno s...