Capitulo 34

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-¡Estás aquí cariño! -dijo Kali con algo de nerviosismo en su voz mientras recibía a Dorian-

-Claro que sí princesa, y no hay un mejor lugar en el que quiera estar mas que a tu lado respondió Dorian entrando al apartamento  y dando un tierno beso a su novia-

-Bien, entonces... ¿qué haremos esta noche?

-Bueno, no lo sé ¿quieres que veamos una película mientras cenamos?

-ah, es qué... bueno, no preparé nada para la cena todavía -respondió Kali con notables nervios-

-¿Qué te ocurre cariño? te veo muy tensa ¿quieres que vayamos al médico?

-¡NO! estoy bien amor, no te preocupes, estoy bastante bien, solo me emociona que estés aquí-respondió ella dándole un fuerte abrazo a Dorian-

-Ay Mariane, te quiero tanto -dijo él besando la frente de la joven

-y yo te quiero a ti Dorian, por eso quiero que esta noche sea especial, que sea diferente a las demás

-¿y qué planeas hacer?

-Bueno, preparemos la cena y ya luego te darás cuenta

Dorian regaló a Kali una sonrisa y una mirada llena de complicidad y la tomó de la mano para llevarla hacia la cocina. Juntos prepararon la cena y como lo hacía cada noche que  pasaban juntos, compartían de una comida acompañada de una cálida charla. Poco después de terminar la cena, Dorian y Kali caminaron juntos hasta la habitación para ver alguna buena película

-No sabes lo increíble que me siento cuando estoy contigo Mariane, es como si el tiempo se detuviera, como si nada malo existiera en el mundo, jamás me había sentido así- confesó el joven mientras acariciaba el rostro de Kali quién se encontraba recostada sobre su pecho-

-Dorian -pronunció ella levantando el rostro- te amo

Un silencio se apoderó por segundos de ambos después de estas palabra, segundos que para Kali fueron eternos hasta que él decidió romperlo con un enorme beso

-Te amo Mariane -decía él en medio del beso que cada vez se tornaba más y más intenso

Poco a poco Dorian nuevamente comenzó a acariciar las piernas de la joven y lentamente iba subiendo hasta llegar a su abdomen

-Espera -dijo ella agitada deteniendo lo que estaba pasando

-Discúlpame mi amor -dijo Dorian apenado- Prometí que te esperaría hasta que te sientas preparada y mira

-No es eso -respondió ella- solo que... tengo una sorpresa para ti -mencionó tímida- espera aquí, no me tardo

Kali se paró de la cama y se dirigió al baño a ponerse el hermoso y sexy conjunto de lencería que había comprado para la ocasión, sus manos temblaban y su corazón latía a mil por hora mientras se miraba en el espejo, pero al notarse tan diferente y sensual supo que estaba lista, se sentía más segura que nunca y no dejaría pasar la oportunidad, pues su cuerpo al igual que el de Dorian lo pedía a gritos

-Que te parece -dijo la joven recostada junto a la puerta del baño, llamando la atención de su amado, quien se encontraba completamente distraído con una película

y sí, ahí estaba ella, con sus curvas de infarto, su cabello suelto ondulado y un conjunto negro que no dejaba mucho a la imaginación

-Por Dios Mariane, eres perfecta -dijo Dorian quedando prácticamente boquiabierto al ver a la diosa que tenía frente a él- dime que esta vez no vas a detenerme porque juro que no seré capaz de controlarme- dijo él poniéndose de pie para acercarse  ella-

KALI  Una Hindú en el OccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora