El fin de semana para Kali se estaba haciendo cada vez más y más largo, era domingo y aunque sabía que al siguiente día vería a su querido Dorian, su alma se sentía vacía. Habían hablado día y noche, pero era inevitable que su corazón se sintiera vacío después de los hermosos momentos que él se había encargado de regalarle antes de partir.
-No se imagina cuánto lo extraño -dijo soltando un suspiro mientras leía el ultimo mensaje que él le había enviado-
Mientras repasaba cada linea de aquel ultimo texto, el timbre en su apartamento sonó haciéndola sobresaltar
-¿Quién es? -preguntó ella acercándose a la puerta, pero no obtuvo respuesta.
Y claramente, no la tendría, pues Dorian se encontraba allí listo para darle una sorpresa. Kali abrió la puerta y tan pronto como lo vio en frente suyo sus ojos se abrieron y su sonrisa de inmediato habló por ella
-Estás aquí -dijo emocionada Kali a la vez que se lanzó sobre él dándole un fuerte abrazo- te extrañé tanto, no pensé que llegarías tan pronto, no sabes cuanta falta me hiciste estos días, se me hizo eterno to...
Pero antes de que terminara su eterna parloteadera Dorian la separó un poco de él y sin pedir permiso se apoderó de su boca en un cálido, tierno y añorado beso, demostrándole en él lo mucho que había deseado aquel momento
-Yo también te extrañé como nunca-respondió él terminando el beso y dejando sus frentes pegadas- no sabes cuanto anhelé este momento
Kali lo miró sonrojada con una sonrisa llena de felicidad
-Ven, no nos quedemos aquí, entra -le dijo ella tomando la mano del hombre llevándolo dentro de su casa
-¿Te fue bien en el viaje? -le preguntó Kali mientras lo llevaba detrás suyo hacia un sofá
-Me fue muy bien -le respondió él abrazándola por detrás y posando su rostro en el cuello de la joven-
Kali se detuvo y volteó levemente para encontrarse con el hermoso rostro del hombre a quien adoraba
-Me hace muy feliz tenerte aquí Dorian -Le dijo dándole un tierno beso- Ahora ven, dime que ocurrió, por qué volviste tan pronto, pensé que no te vería hasta mañana
-Bueno, realmente el viaje fue complicado -respondió el hombre tomando asiento junto a su amada- sobre todo por lo exasperante que puede llegar a ser Valeska ¿tienes idea de lo que es compartir con ella más de ocho hora de vuelo?
-Bueno, es una bendición de los dioses que no, imagínate, con el amor que me tiene ella, llego muerta
Dorian rió ante aquel comentario
-¿Lograste resolver el problema? -preguntó Kali
-No, para solucionarlo tendría que quedarme en Nueva Delhi un poco más de un mes como mucho, y no es tan fácil como parece. Hay alguien que está filtrando información y el dinero se está filtrando sin que nadie se entere, la persona que lo está haciendo debe conocer muy bien la compañía
-¿Y sospechas de alguien? preguntó la joven-
-Bueno, no quiero hacerlo pero la única persona con información de sobra respecto a la empresa es Nimai, el gerente de la compañía en la india
Kali abrió sus ojos como platos y de inmediato el impulso por defender a su padre salió
-Oye no, estás equivocado, no puede ser él, es una persona buena, no sería capaz de hacer algo así
-¿cómo lo sabes? -preguntó curioso Doria al ver la insistencia que mostraba la joven en defender a Nimai- no creo que lo conozcas, nunca ha venido a la compañía
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KALI Una Hindú en el Occidente
Genç Kurgukali Sapru Hangal, una chica de la India, obstinada, inteligente, segura y llena de una alegría abismal, que a sus 22 años creía ciegamente que el amor verdadero sí existía. Tenía un serio problema con su familia, pues a pesar de estar en pleno s...