Día 20. Bruja
Número de palabras: 1491
Notas: Secuela del capítulo Sigilo. Referencias a mi historia Inefable, pero solo es necesario leer Sigilo para entender este capítulo.
Sinopsis: Para ser cosa del destino que los hijos adoptivos de Crowley fueran brujos.
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Anathema Device era una bruja. Lo que otras mujeres llamarían un insulto, Anathema llevaba el título con orgullo.
Pero ahora, tras el Armagedón, ahora era una bruja sin propósito, y sorprendentemente eso no le molestaba. Ahora tenía la libertad de hacer lo que quisiera sin la necesidad de seguir lo que decía un libro quinientos años más viejo que ella.
Se recargó en contra de una pared viendo a su alrededor, el mundo que, aunque fuera indirectamente, ayudó a salvar.
"¿Y ahora qué?" fue lo primero que se preguntó. Lo que seguía ahora sería simple improvisación. Cerró los ojos, tratando de procesar todo lo que había pasado desde esa mañana.
—Bruja —una voz grave la sobresaltó —O debería decir, niña...
Abrió los ojos y lentamente volvió la mirada hacia el dueño de aquella voz, un cúmulo de recuerdos aparecieron en su mente, recuerdos de la inusual relación entre una niña y un demonio.
—Crowley —dijo suavemente, tratando que con una sonrisa se borraran las culpas por el abandono hace años.
—Nada de "Crowley" —imitó con escarnecimiento su tono de voz —Estás en muchos problemas, jovencita —aquel regaño le sonó tan paternal que Anathema no pudo sino soltar una pequeña carcajada.
—No es momento de que te rías —su gesto era severo, aunque su tono de voz era gentil pero firme.
—Lo siento —se disculpó risueña la bruja, rememorando los tiempos en los que era una niña y el demonio le reprendía por ser "demasiado buena"
—¿Por qué dejaste de invocarme? —el tono nostálgico del demonio hizo que su rostro cambiara por completo a uno lleno de seriedad.
Anathema apartó su mirada de él —Pensé que te fastidiaría que una simple adolescente te estuviera invocando cada dos por tres.
—Tu no eras una "simple adolescente", tú eras una bruja, la mejor con ese gran mentor que tenías —dijo con cierta presunción, tratando de aligerar el ambiente melancólico que se había formado —Además, eres mi hija adoptiva, tu nunca me fastidiarías.
Aquel comentario ablandó el corazón de Anathema, "Eres mi hija adoptiva" No un "Eras" sino un "Eres" a pesar de todo, él jamás dejó de considerar una hija.
—Las cosas cambian —agregó Anathema "Y a veces tienes que hacer lo que un libro de quinientos años te dice" quiso añadir.
—Y tu... —Crowley jugueteó con unos de los mechones castaños de la bruja con un cariño casi paternal —Ya no eres la misma niña que conocí hace años.
Anathema bufó —He crecido, he madurado.
Crowley bajó la mirada hacia el suelo —Es cierto, es cierto —concedió a la bruja.
Permanecieron en silencio durante unos minutos. Anathema, al igual que Crowley, bajó su mirada al suelo, pareciéndole que en ese momento sus zapatos eran más interesantes de cualquier otra cosa.
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Somos Inefables #Fictober2019 #IneffableLATAM
Fanfiction"Aquello que no se puede explicar en palabras, por ser sublime y tener cualidades excelsas" Y ¿que podría ser más inefable que aquellos dos idiotas que llevan más de 6000 años amándose? Colección de Drabbles/One-shots basados en el libro y serie de...