★ Día 28. Guerra ★

1.8K 221 107
                                    

Día 28. Guerra

Número de palabras: 1604

Sinopsis: "Así es como tiene que ser, ¿No? Somos enemigos, después de todo"

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La guerra llegó tal y como la pólvora estalla, lenta y macabramente, causando montones de angustias y temores a su alrededor, hasta que finalmente estalló provocando caos a su alrededor, fiel advertencia de que habría más destrucción.

Así es como les pasó a ellos, de un día para otro pasaron de ser felices juntos a que sus caminos se separaran y se vieran obligados a enfrentarse el uno al otro.

"¿Que habrá sido de todas esas alegrías, de todos esos planes futuros y de todas esas metas por haber?" Se preguntaba cada día Aziraphale al espejo, consciente de que nada ni nadie contestaría esa pregunta.

A veces no podía más, moría de ganas de caer de rodillas y derrumbarse ante la destrucción y muerte que cada día se veía obligado a soportar.

¿Esa era acaso la misericordia de dios? Solo causando estragos y dolor por donde quiera que vaya. Convirtiendo a sus ángeles, tan fieles y tan devotos, en armas de guerra, sangrientas y listas para matar.

Pero Aziraphale, ¡oh, Aziraphale! Como siempre tan diferente, logró mantenerse lejos de la sangre y la muerte, actuando neutralmente como un agente de paz que, como un guerrero, por más que se lo exigieran.

Pero Aziraphale estaba seguro que sería capaz de matar a mil ángeles y mil demonios por tan solo volver a ver a su Crowley, aquel que habían apartado de su lado hace mucho tiempo y que solo anhelaba volver a sentir junto a él.

—Cuando todo esto acabe, volveremos a ser una familia —le prometió, besándolo profunda y apasionadamente en los labios, sin saber que sería la última vez que lo haría. El fantasma de ese toque de labios había sido lo único que había mantenido a Aziraphale cuerdo durante todo ese tiempo.

Después de eso, Crowley se fue, llevándose parte de su alma y dejándolo añorando por su regreso.

3 años habían pasado y no había vuelto. No había muerto, sino su instinto se lo habría dicho. 6000 años de haber estado junto al demonio eran suficientes para conocer cada detalle de él, para poder sentir su presencia en cualquier lugar, a pesar de la lejanía.

Ahora tan solo eran un ángel errante que vagaba por todo lugar en busca de algo que salvar, fuera un ser humano, un animal, la misma esperanza. "O a él mismo" le decía la mente delatora.

Y aunque lo negara fervientemente, entre los escombros buscaba a cualquier cosa que le diera la ilusión de que su pelirrojo seguía ahí, luchando. Esa era su mayor esperanza.

"Pero hace mucho que la esperanza se había ido" se recordó amargamente, mientras caminaba por ningún lugar en particular, tratando de despejar sus pensamientos de las guerras y batallas que se desenvolvían a su alrededor.

Al parecer 3 años eran todo lo que se necesitaba para que la poca fe de un ángel se desvaneciera con el humo y la pólvora.

Lo único que lo hacía mantener los pies en la tierra era el saber que Crowley, su querido y adorado Crowley, se encontraba por allí, aferrándose tal y como él a una funesta y desgastante vida. Y saber que un día regresaría, porque Crowley siempre encontraba la manera de cumplir sus promesas.

Y llegó el día donde cumplió su promesa.

Su llegada fue como una aparición espectral, nada lo llamo, tan solo sus pensamientos, y ahí apareció. Si esto hubiera sido un cuento de hadas, su arribo hubiera sido comparado con el de un gallardo príncipe, lástima que todo esto estaba lejos de ser un cuento de hadas.

Somos Inefables #Fictober2019 #IneffableLATAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora