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He perdido la cuenta de las veces que he llamado a mi hermana y no me la ha devuelto ni una mísera vez

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He perdido la cuenta de las veces que he llamado a mi hermana y no me la ha devuelto ni una mísera vez. ¿Dónde diantres mete esta chica su móvil? Quiero saber dónde está y porque se ha ido junto a los demás.

Esta vez no me había encerrado en mi habitación y me encontraba cómodamente tumbado a lo largo del sofá. Dagmara también estaba conmigo, pero ella estaba sentada en una de las butacas individuales viendo la televisión atentamente, mantenía la mirada fija ahí sin quitarla.

—Deja de llamar Zarek. ¿No te has dado cuenta que quizás haya apagado el móvil para no escuchar tantas llamadas tuyas?

—¿Me estás diciendo que está ignorando mis mensajes? —resoplo, que pérdida de tiempo, haberla llamado una infinidad de veces.

—Eso mismo acabo de decir. No te preocupes, tienen que volver.

¿Habrán ido a ver a Iwona, Dyzek y Cibor? Si fuera así yo también quería ir a verlos. Estos pensamientos me vienen a la cabeza de un momento a otro y pueden ser la razón del porque se hayan ido así de improvisto.

—¿Y si han ido a ver a mis padres y a Cibor? —pregunto.

—Me hubiera enterado —le quita importancia.

—¿Y sin han salido de emergencia y no lo han podido hacerlo? —estoy demasiado preguntón. Ella

por fin despega los ojos de la pantalla y se fija en mí.

—Me estás haciendo dudar en estos momentos Zarek.

Nos quedamos callados por un buen rato, ella de nuevo pone atención al programa que están echando que no tengo ni idea de cuál es. Me pongo los auriculares para poder escuchar un poco de música y no tener que escuchar el ruido de la televisión.

Aleksy, Bogdan y Dagmara no sé qué estarán haciendo pero desde que los escuche en esa habitación hace apenas tres horas no los he vuelto a ver.

Las canciones al ser pegadizas las voy cantando en voz baja sin querer molestar a Dagmara. Mi dedo índice va golpeando el sofá al son de la canción, lo hago inconscientemente al ritmo de la canción.

Alguien me quita los cascos pero no me doy la vuelta. Si me quieren provocar que provoquen, aunque ya me están cansando un poco tanta idiotez de parte de ellos.

—¿Qué escuchas Zarek?—la voz de Eunika llega a mis oídos, que raro que ella sea quién haga estas cosas, hablando irónicamente claro.

—¡Eunika déjalo en paz! —habla demasiado seria Dagmara cuando nota lo que puede pasar.

—Que aburrida eres amiga, solo he preguntado algo y no ha sido para que la tomes así, aparte se lo he preguntado a él, no a ti.

—Ya sabemos cómo empiezan y acaban esas preguntas, y tu tono de voz indica otra cosa. Así que largo de aquí.

El mundo de ZarekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora