¿Quién es él? Su nombre es Zarek, un chico terco hasta la médula y un cascarrabias nato. ¿Te atreves a leer su historia?
Portada hecha por @Jazmin_0610 Gracias por la portada 🤍
Segundo puesto en los premios Sunrise Awards Winter Edition 2019 en la...
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—No te preguntare nada más entonces, te dejaré solo. Si necesitas ayuda, estaré cerca, solo grita —me dice mientras deja la cocina cerrando la puerta.
Me quito la mochila y la dejo en la encimera a mi lado, abro la cremallera de ella y saco con cuidado los huevos y los dejo a un lado.
Oigo como hierve el agua y es hora de poner los huevos con sumo cuidado. Antes de hacer algo mal, voy a por las pinzas. Abro uno de los cajones donde deben estar guardadas, rebuscando un poco en el cajón, las encuentro al fondo de este.
—¡Ya te tengo!
Ya con las pinzas en la mano, me giro y me pongo delante del fuego donde está la olla hirviendo.
Con cuidado cojo el primer huevo y muy despacio lo voy deslizando por el agua, hasta que toque el fondo. Hago el mismo procedimiento con el segundo y tercer huevo.
Iba a tapar la olla hasta que veo como la cascara dorada se empieza a desintegrar con el calor. Me estoy quedando alucinado con lo que veo.
—¡Minka! —Le llamo — ¡Minka! —Lo vuelvo hacer. Tapo la olla y voy hacia la puerta de la cocina para abrirla y llamarla —Minka.
—Ya voy Zarek, te he escuchado la primera vez, pero estaba en el primer piso junto a tu bisabuelo. ¿Qué necesitas?
—Tienes que ver esto, es impresionante —parecía un niño pequeño asombrado por algo nuevo que había descubierto.
La agarro de la muñeca y la arrastro adentrándola a la cocina para que vea como se desintegra la cascara dorada.
—Tranquilo Zarek, estas muy impaciente, cálmate —le suelto la mano y yo ando más rápido para poder quitar la tapa y mirar de nuevo en el interior.
Cuando llega, pone su cara cerca de la mía para poder observar lo que yo estoy viendo en este. Yo para ver su reacción, me aparto un poco.
—¡Ves, era para ponerse así! —Me empiezo a reír yo solo.
—Eso lo podríamos discutir —dice una vez haya quitado la cara de la olla — ¿Esos frasquitos son los que contienen dentro los antídotos?
—Efectivamente, ahora los tengo que sacar con ayuda de las pinzas, con mucha delicadeza para que no se rompa el frasco —ella me mira atentamente mientras le explico cortamente lo que debo hacer.
Procedo a hacerlo, pero antes de ello necesito algo más para cuando los saque del agua.
—¿Me podrías coger un plato llano o un cuenco? —Minka inmediatamente va hacia un armario a coger lo que le he pedido y cuando lo tiene, viene hacia mí y me lo pasa.
Con mi mano izquierda estoy sosteniendo las pinzas con el primer frasquito y lo coloco en el cuenco que me ha dado Minka. Estoy bastante concentrado y casi sacando el segundo frasco cuando alguien entra por la cocina.