29

130 30 10
                                    

No sé qué tan grande sea este edificio y donde estará ubicado, pero llevamos más de diez minutos andando y solamente cambiamos de correr cada diez pasos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No sé qué tan grande sea este edificio y donde estará ubicado, pero llevamos más de diez minutos andando y solamente cambiamos de correr cada diez pasos. ¡Esto es un puto laberinto! Lo curioso es que no hemos repetido de pasillo.

No tengo ni la menor idea a donde me llevan, pero sí que tengo una cosa clara; mis piernas ya se están cansando de andar, ya no dan más de sí.

—¿A dónde vamos? Mis piernas están molidas, necesito un poco de descanso —Bogdan me mira sobre su hombro, pero no se digna a hablar, y los demás un tanto de lo mismo —¿Alguno se va a dignar a contestar una simple pregunta? Creo yo que no es muy complicada de responder.

Mis piernas de un momento o a otro dejan de funcionar y caigo a plomo al suelo. Mis ojos se cierran instantáneamente, mi cabeza se golpea con el duro suelo. Una persona normal hubiera perdido el conocimiento, yo no.

Sin abrir los ojos oigo los pasos de las tres personas a las que tenía que seguir hasta donde fuera que me condujeran.

—¡Zarek, hey! —escucho que me hablan y zarandean. Por más que quiera reírme no lo hago, ya que me delataría.

—¡Mierda, el realmente estaba agotado! —maldice en voz alta Eunika.

—¿Cómo no va a estar cansado si no ha dormido ni descansado en más de seis días? Aunque para el solo sean, dos días casi escasos.

—Necesita comer y una cama para poder dormir todas las horas que pueda —habla ahora Aleksy.

—Son otras las prioridades ahora, no que Zarek coma o vaya a descansar—todo lo quiere ya, no se sabe esperar ni un maldito segundo.

—Qué poca sensatez y amabilidad tienes por las personas Florián. Sé un poco más humano, no tan extraterrestre como quieras aparentas la mayoría del tiempo —me moría por soltar una carcajada.

Se tenía bien merecido esas palabras.

Abro un poco los ojos, para ver un poco como está el panorama y veo a Florián mirando para el lado contrario del que me encuentro yo, así que no me puede verme. Eunika está mirando el techo. Bogdan está con una mano ocultando los ojos, y el único que está mirando en mi dirección es Aleksy.

Aunque en el primer momento no se haya percatado de que estaba con los ojos abiertos y este de la impresión los abre a más no poder. Muevo de lado a lado mi cabeza para que no diga nada y se mantenga callado para que no me descubran.

—¿Podemos llevarlo a una habitación? —escucho a Aleksy hablar, yo acabo de cerrar los ojos de nuevo.

—No.

—Cede por una vez en tu vida, no te vas a morir porque esperes unas horas más.

—¡El tiempo se agota Aleksy! —grita a todo pulmón Florián. ¿El tiempo se agota? ¿Para qué? ¿Qué sucede?

El mundo de ZarekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora