17 «Felicidades y temores»

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La adrenalina recorría su cuerpo, la felicidad inundaba en su ser y la sonrisa no demostraba dar señal de olvido.

Y más con el pensamiento que ansiaba compartirlo.

Sus pies lo llevaron rápidamente a la casa del boliviano, tocando repetidas veces su puerta, ansioso a que sea abierta. En segundos se mostró el country al que le tenía una sorpresa.

—¿Chile? ¿Qué te pasa? si todavía son las cinco de la mañana.

—Bolivia lo encontré —su sonrisa se amplió.

—¿Qué?

—Encontré a tu acosador —un gesto incrédulo se formó en el tricolor antes de ser tomado de los hombros—Bolivia, lo hice, pude lograrlo.

Su sonrisa y palabras no parecieron ser una falsa, una mala broma, supo esto y nuevamente su corazón comenzó a latir fuertemente.

—Vamos, tenemos que detenerlo —aseguró luego de soltarlo, estaba pálido así que era mejor mostrarselo—. No lo sabe, pero no seguirá libre por mucho tiempo.

«Boli, espero que no te decepciones al descubrirlo» su sonrisa decayó un poco en comprensión al boliviano.

Bolivia se sacó un suéter largo y acompañó a Chile, con la misma emoción de su ex-enemigo.

Dejando en su cuarto lo que imaginó sería su fin.

El chileno no lo notó pero los restos de lágrimas en sus ojos reflejaban su llanto de unos minutos antes, en completo silencio.

Porque el mensaje del día anterior le dio mucho en qué pensar.

¿Crees que podrás descubrirme a tiempo?

~{…}~

Mantengo mi promesa, falta la última nota.

~{…}~

Cada nota llegaba cada día. Y ayer, tuvo que ocultarla para darle una mejor compañía a Chile.

—{…}—

Si me voy contigo, ¿No le harás nada a Chile?

~{…}~

Claro que no cariño.

—{{Usuario no encontrado, cuenta eliminada}}—

¿Qué pensaría Chile al saber que se había rendido?

Mi Territorio, Mi PropiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora