21 «Alto Perú»

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ADVERTENCIA⚠
Escenas de maltrato y abuso, si eres sensible recomiendo ignorar el capítulo.

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Despertó, el dolor en su nuca por el golpe fue lo primero que pudo sentir, respiraba con dificultad y no podía alcanzar a ver a su alrededor, la oscuridad del cuarto era abrumadora y el frío no aportaba en mucho.

Los pensamientos contradictorios de dónde se encontraba estaban tomando su mente y complicando su asimilación, siendo las causas que su pánico.

Deseó moverse, y reconoció el ardor en sus muñecas tras su espalda, el fuerte agarre de unas cuerdas o cables desgarraban su piel ante sus esfuerzos en vano.
Por consiguiente lo intentó con sus extremidades inferiores, pero extrañamente sentía las piernas adormiladas, no podía moverlas. No es una buena señal.

Su respiración y las palpitaciones de su corazón eran claramente escuchadas entre todo lo desconcertante.

Los recuerdos resurgieron y comenzó a sollozar, por suerte, al menos no tenía la boca amordazada pero era consciente lo inútil que sería pedir ayuda.

De seguro estaba en algún lugar abandonado.

¿Por qué todo tuvo que pasar así?

¿Por qué era tan débil como para depender de los demás?

¿Por qué tuvo que ser él, quien era el culpable de todo?

Lo amaba, era su hermano, y siempre deseó su perdón ante las tonterías de su juventud.

Pero no lo quería de esta manera, no como algo más que hermanos.

De todos modos su vida cambió de la monotonía cuando surgieron sus cartas, al grado de romper sus propias promesas. Un ejemplo de esto era que juró nunca enamorarse, claramente no pudo evitarlo.

De repente recordó la razón de aceptar su destino antes de recibir la última nota, cómo se la pasó el día entero con el chileno para poder disfrutar todo, tenía miedo y no lo demostró con él para no quedar en llanto; estaba listo de dejarlo todo, para que él no saliera lastimado.

¿Desde cuándo comenzó a importarle?

Dejó de llorar y sólo se acurrucó como pudo. Dolía la verdad, dolía demasiado al grado de querer acabar con su vida.

Nunca conoció ese lado de obsesión de su hermano, o es que nunca quiso aceptarlo. Siempre le escuchaba el nombre de Alto Perú, pero pensó que era la molestia por haberle traicionado.

¿Cómo es que no recordaba la Confederación?
Luego de ver morir a los pequeños Perú intentó anexarlo.

¿Por qué siempre fue tan inútil?

Todos lo veían claro, y él se negó a aceptarlo. Estaba ciego, y hasta ahora pudo reconocerlo.

Incluso el haberse enamorado del chileno.

Se sobresalto, ¿Por qué el...

El sonido de una puerta rechinar lo sacó de sus pensamientos, la poca luz topó con su rostro cerrando sus ojos por la incomodidad; entre toda la iluminación una silueta oscura dio algunos pasos adentrándose a la habitación.

No volvió a abrirlos por el miedo hasta sentir un toque en su mejilla, logrando encoger aún más su cuerpo demostrando su estado actual, escuchó una leve risilla, una divertida.

—¿Cómo dormiste mi Boli?

Se sorprendió al sentir un escalofrío.

¿Por qué ahora sentía tanta repulsión? Siempre deseó ese trato, pero, en estos momentos quería escapar de él por obvias razones.

Mi Territorio, Mi PropiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora