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Salí de aquel baño tan rápido como pude, pensando en lo que acababa de hacer, sentía satisfacción, pero a la vez algo raro. Había tenido un impulso,hacía bastante que no tenía, pero parece que van a empezar a volver, únicamente suspiré con fastidio. Me dirigí rápidamente a mi clase, sin mirar a nadie.

- ¿Por qué he hecho eso? no me he podido controlar, esa no era yo - no paraba de repetirme lo mismo, hasta que me choqué con alguien.

- Perdón Kendall, y-yo... - era Stanley.

- No te preocupes, iba distraída, no me fijé - le interrumpí, mientras le ayudaba a levantarse.

- Gracias, después de todo no eres como dicen - me dijo el judío.

- ¿Y qué dicen de mi? - pregunté con curiosidad.

- Pues que eres como tu hermano - empezó a explicar Stan - ,o peor -

- Bueno, será mejor que vaya a clase, sino ya sabes lo que pasa - le dije a aquel chico.

Me despedí y entré a mi clase, como no, todo el mundo me estaba mirando. Me ponía muy nerviosa que todo el mundo hablara de mi. Allí se encontraba Patrick, sentado en su mesa. Él me estaba mirando, pero de una manera distinta, por un momento parecía una persona completamente diferente a lo que decían sobre él. Ese sentimiento raro iba creciendo en mi. Me senté a su lado y me lanzó una sonrisa, yo me sonrojé, no pude evitarlo.

- ¿Y si me gusta Patrick? - pensé en ese momento.

Pensar en la idea de que estaba enamorada de Patrick me estremecía, la loca y el psicópata de Derry. Para algunos seríamos la pareja perfecta, para otros, un desastre.

- ¿En qué piensas? - preguntó Patrick.

- No sé, en todo, se me hace raro estar de vuelta - le respondí a Hockstetter.

Patrick era diferente conmigo, no me sonreía de esa manera que me daba miedo, me sonreía de una manera especial. Yo con él también era diferente, me gustaba estar con ese chico. Creo que a él también le gustaba estar conmigo. Cuando estaba con él me daba igual todo lo que sucedía a mi alrededor. Patrick de vez en cuando rodeaba mis hombros con su brazo, lo cual me sorprendía. No entendía porque hacía aquello, al final decidí pensar que eran impulsos, ya que él solía tenerlos, al igual que yo. Durante toda la clase no hablamos, nos echábamos miradas. Víctor, que se sentaba a mi otro lado, lo notó y de vez en cuando me decía cosas como "ya te está mirando otra vez" o "pero bésale ya". Yo me reía ante sus comentarios, Víctor era muy gracioso y en tan solo un día ya se había vuelto muy importante para mi.

Al terminar las clases salimos de nuestra aula y nos dirigimos a los casilleros para coger nuestros libros e irnos por fin de aquel sitio. Al salir allí estaban Belch y mi hermano los cuales nos acompañaron a dejar nuestros libros.

- ¿Has hecho nuevos amigos renacuaja? - me preguntó Henry.

- Si hacer nuevos amigos significa haber hablado con alguien y presentarse, sí, he hecho amigos - le contesté a mi hermano.

- ¿Los perdedores no? - preguntó un poco molesto.

- Sí - respondí seria.

En ese momento pasó el grupo de niños delante de nosotros. Patrick les echó una sonrisa psicópata. Richie nos miró con miedo, pero a mi me sonrió disimuladamente, por suerte mi hermano no se dio cuenta. Se nota que todo el instituto temen a The Bowers Gang. Se me hace raro pensar que mi hermano es conocido como el matón de Derry, pero después de todo, nunca a sido como los demás.

Nos dirigimos todos a la salida, pero Henry me dijo que vaya hacia el coche, yo le hice caso. Mientras que iba yendo las voces volvieron.

- Controla tus impulsos Kendall -
- Hazlo, hazlo -
- No confíes en nadie -

Yo hice lo que me aconsejo Patrick, pero esta vez no pararon, se iban acumulando. Cada vez había mas voces, gritos y susurros, no entendía nada. Yo fui a un callejón vacío, me senté y cerré los ojos lo más fuerte que pude, esperando a que se callaran. Me puse la manos en los oídos deseando que cesaran.

- Callaos, por favor, parar, lo haré, parar, parar - no paraba de repetir lo mismo.

Hubo un momento en el que solo escuchaba gritos, gritos pidiendo ayuda, otros diciendo que lo hiciera, pero no sabía que tenia que hacer, otros diciendo que no confiara en nadie, eso era insoportable.
De repente esos gritos cesaron, abrí los ojos y vi a mi hermano mirándome preocupado, con los otros chicos detrás. Lo primero que hice fue abrazarle, decirle que no se callaban, que no me hacían caso.

- Tranquila, ya pasó, no pasa nada, no te pasará nada, lo prometo - me dijo Henry.

Yo solo lloraba, estaba asustada, nunca las voces habían sido tan fuertes, excepto una vez.

Flashback

Tenía 12 años, estaba en mi antiguo colegio, se estaban todos metiendo conmigo, llamándome loca.

De repente vi una sombra, esta me estaba hablando, primero susurrando y poco a poco fue hablando mas alto, hasta llegar al punto en el que me estaba chillando. Yo decía que se callara, no paraba de llorar, hasta que sentí un puñetazo de uno de mis compañeros, en ese momento, esa sombra desapareció, y con ella, las voces.

Fin del Flashback

- Vamos a mi casa - dijo Patrick - vuestro padre esta en vuestra casa y temo que os haga algo -

Todos montamos en el coche de Belch y nos dirigimos a la casa de Hockstetter. Yo iba apoyada en su pecho, aguantándome las lágrimas, nunca había sentido tanto miedo en mi vida. Él me abrazó y me juntó un poco más a su cuerpo.

reales; patrick hockstetter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora