6

5.1K 301 141
                                    


Kendall Bowers

- Lo eres para mi - me contestó aquel chico.

Al decirme aquello, levanté la mirada, esa sensación rara volvió a mi. Él me sonrió, no de aquella manera psicópata, sino, con dulzura. Se me hizo extraño que hiciera aquello, todo el mundo decía que él nunca tenía empatia con nadie, pero la estaba teniendo conmigo. En ese momento, el tiempo se paró, nos estábamos mirando a los ojos, todo estaba en silencio, pero no era incómodo. De repente alguien entró y nos sacó a los dos de nuestros pensamientos.

- Kendall, papá, nos está buscando, creo que está de camino - era Henry, parecía preocupado, tenía miedo.

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda, ese hombre me daba miedo, no quería verle nunca más. Patrick me miró preocupado mientras que se levantaba, no era un secreto en The Bowers Gang que nuestro padre nos maltrataba. Un golpe en la puerta nos sobresaltó a todos.

- Quedaos aquí, abro yo - dijo Patrick mientras salía por la puerta de su habitación.

Henry y yo no escuchamos nada. Al cabo de 5 minutos vimos por la ventana como el coche de nuestro padre se marchaba, sentí un gran alivio al ver que se iba. Henry y yo bajamos al salón y nos sentamos con los demás, pude notar como Belch me miraba, parecía pensar cosas como "que niña más rara" y "no se parece en nada a su hermano".
Patrick se sentó a mi lado mientras bebía su cerveza. Puso su mano encima de la mía, nervioso, como si fuera a decirle algo o a apartarla. Yo me sorprendí, pero en vez de apartarla la dejé allí, quieta, como si no hubiera pasado nada, miré a Patrick y le sonreí, este me sonrió de vuelta, intentando esconder su sonrisa psicópata, pero no lo logró, me pareció muy tierno.

- A ver tortolitos, si vais a follar iros a la habitación - dijo Belch mientras Víctor se reía.

Henry nos miró y bajo su mirada hacia nuestras manos haciendo que Patrick la separara de golpe y yo también, ya que sino Henry no pararía de molestarnos. Pasamos otra hora hablando sobre niños y sobre el instituto hasta que salió el tema de Los Perdedores.

- ¿De qué hablabais en el pasillo? - preguntó mi hermano mirándome con curiosidad.

- Se estaban presentando, nada más - contesté mirándole fijamente.

- No quiero que te juntes con ellos, no molaría que dijeran que mi hermana se junta con Los Perdedores - Henry parecía molesto diciendo aquello.  Yo me limité a suspirar, a veces me fastidia que sea tan protector conmigo.

Patrick rodeó mis hombros con su brazo, me sentía rara pero me gustaba. Alguien entró a su casa en ese momento, era su madre.

- Hola chicos - decía mientras cerraba la puerta.

No pudo evitar poner su mirada en Patrick y en mi, en como me estaba rodeando con su brazo.

- Es mi hermana, Kendall - le dijo Henry a la señora Hockstetter.

- Será mejor que nos vayamos, es muy tarde - empezó a hablar Belch mientras se levantaba.

Patrick se separó de mi para que me levantara, miré a Henry preocupada, él me entendió perfectamente, al llegar a casa nuestro padre no daría una buena lección. Me despedí de la señora Hockstetter mientras que Patrick salía con los chicos hacia el coche.

- Ha sido un placer Kendall - dijo cortésmente dándome dos besos en la mejilla como despedida.

Yo sonreí y salí por la puerta, era increíble el parecido de ella y Patrick, tenía el pelo negro y los ojos verdes como él. Al salir estaba allí Patrick.

- Adiós Kendall - se despidió mientras me sujetaba por la cintura, pegándome más a él.

- Hasta mañana Patrick - estaba muy cerca de su cara, podía sentir su respiración mezclarse con la mía.

- Si tenéis algún problema con tu padre, podéis venir Henry y tú, sería un placer estar más tiempo contigo - decía mientras acercaba su cara a la mía.

Nos separamos y yo me di la vuelta para entrar al coche azul.

-  ¿No se te olvida algo? - me llamó Patrick mientras ponía su dedo índice en sus labios.

Yo me acerqué a él para darle un beso en los labios, pero rápidamente cambié de dirección, dándoselo en la mejilla.

- Adiós Hockstetter - me despedí mientras montaba en el coche de Belch.

Él arrancó y cuando estábamos lo suficientemente lejos rompió el silencio.

- Nunca había visto a Patrick tan cariñoso con alguien -

- Creo que le puedes gustar - dijo Victor.

- Quien lo diría, el imbécil de Hockstetter saliendo con mi hermana - habló Henry.

- No estamos saliendo - contesté molesta.

Durante todo el viaje estuvieron hablando de Patrick y de mi, yo me reía de algunos comentarios que hacían. Al llegar estaba el coche de nuestro padre, Henry me miró preocupado mientras yo bajaba del coche. Nos despedimos de los chicos y al entrar allí estaba nuestro padre, sentado en el sofá, el cual nos miró y se levantó de golpe.

- Henry, sube a tu cuarto, voy a hablar con tu hermana, luego te llamaré - dijo enfadado.

Henry subió sin protestar mientras me miraba con terror.

- Creo que es hora de que aprendas - me decía mi padre acercándose lentamente a mi mientras se desabrochaba el cinturón.

Yo no decía nada, ya estaba aconstumbrada a las palizas de mi madre, y parecía nunca acabar, no sé porque decidí volver a Derry, pero aquí al menos tengo amigos. Él me empujó contra la pared haciendo que me cayera al suelo. Dobló su cinturón a la mitad, levantó su brazo y con toda la fuerza que pudo me dio el primer golpe de muchos. Yo intentaba no gritar, pero no podía evitarlo. Chillé, nunca había sentido tanto dolor, nunca.

- Es real Kendall, mátale, no mereces que te haga esto -

reales; patrick hockstetter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora