Piso 2, habitación 041. Iba a abandonar esta habitación después de tanto tiempo. Me metieron en el centro psiquiátrico cuando tenía 22 años, hacía un mes cumplí los 25. Había empeorado bastante, por lo que mi tía decidió que profesionales se encargarán de mi, esos tres años me habían cundido bastante, en comparación a antes estaba mejor, por lo que mi tía decidió que volviera a casa. Henry estaba en la cárcel desde los 23 y en un año saldría, estaba peor que yo, peor que antes, pero conmigo era el mismo que con dieciséis años. Salí de aquel centro, mi tía estaba en el coche, al verme vino y me abrazó, ella era una persona cariñosa que se preocupaba bastante por nosotros, lo agradecía mucho. Llegué a mi casa, lo primero que hice fue ir hacia el teléfono, no había perdido el contacto con todos los chicos, y hacía bastante tiempo que no hablaba con ellos. Marqué el número de Víctor.
- ¿Si? - preguntó desde el otro lado, su voz se había vuelto más grave.
- Víctor, soy Kendall - dije con timidez.
- ¿Kendall? ¿Estás bien? ¿Has salido ya? - estuvimos hablando por media hora, me había comentado que Beverly se fue del pueblo, Richie, Bill y Ben estaban preparándose para mudarse, al parecer iban a venir a una ciudad cercana a la mía, por lo que podría ir a visitarles.
Llevaba sin ir a Derry desde que me fui, estaba deseando ir y Víctor me dijo que si iba podía alojarme en su casa, quedamos el sábado en la entrada del pueblo, cogería un tren para que me dejara.Estaba en el tren, los recuerdos llegaron a mi, estaba temblando, intentando aguantarme las lágrimas, me acordé de todos, me dolía no poder ver a Beverly pero a lo mejor Bill seguía teniendo contacto con ella, por lo que podríamos quedar algún día. Me acorde de Patrick, empecé a sollozar, Víctor que había comentado que había empeorado pero que seguía en Derry, tal vez no me reconocería, pero necesitaba verle.
Bajé del tren, estaba sentada esperando a mi mejor amigo de la adolescencia.
Un coche blanco paró delante mío, bajó un chico rubio y alto, no había cambiado nada.- ¿Víctor? - pregunté levantándome y yendo hacia él. Nos dimos un abrazo, hacía tanto que no le veía, mi yo de quince años no creería que eso fuera real, estaba llorando, realmente le echaba de menos.
Después de hablar fuimos hacia su casa, me enseñó la habitación en la que me quedaría la semana entera.
Eran las 17:41, iba a darle una sorpresa a los chicos. Me dirigía hacia la casa de Bill, deseando que siguiera viviendo con su madre para encontrarle.
- ¿Quien es? - preguntó una mujer al otro lado, la madre de Bill.
- Kendall Bowers - al mencionar mi apellido esta abrió rápidamente. Me saludó y me dejó entrar, me dijo que Bill estaba en su cuarto, la casa había cambiado poco, subí y toqué a la puerta.
Bill abrió, había cambiado bastante, tenía un tupé hacia un lado, había crecido considelablemente ha cuando lo vi por última vez.- ¿Kendall? - preguntó aguantándose las lágrimas.
Nos dimos un abrazo y hablamos sobre cómo estabamos. Llamamos a los chicos y quedamos en la hamburguesería que solíamos ir de pequeños.
Al llegar vi a todos menos a Bev, me dieron un cálido abrazo y estuvimos hablando toda la tarde.Después de estar con ellos nos fuimos, estaba oscureciendo y me faltaba visitar a una persona, a Patrick.
Mientras me acercaba a su casa todos los recuerdos llegaron a mi, cuando conocí a Patrick, cuando me ayudaba en clase y a aguantar a las voces, los rumores, él era distinto conmigo, nunca me hizo daño, solo me ayudaba. Estaba temblando, lo más seguro es que estuviera en algún centro psiquiátrico o en la cárcel. Llegué a su casa, con miedo toqué la puerta. Esperé unos segundos, una mujer rondando los cuarenta años me abrió.
- ¿Kendall? - la mujer me miró extrañada, era la madre de Patrick.
Yo asentí y ella me abrazó, cuando vivía en Derry ella y yo entablamos una bonita amistad. Me invitó a pasar, podía sentir su emoción - ¿buscas a Patrick? -- Sí - dije tímidamente.
- Volverá en un cuarto de hora, ha salido, la verdad, ha cambiado bastante desde que te fuiste - al decir aquello sentí una sensación subir, le echaba de menos y él estaba en Derry, pero si había cambiado, a lo mejor no se acordaba de mi.
Empezamos a hablar sobre Patrick, me había dicho que se había vuelto más frío de lo que era, que estuvo en prisión dos años y había estado yendo al psiquiatra, pero eso no le ayudó en absoluto, había algo que le faltaba.
En ese momento alguien entró apresurado, un chico alto, cabellos hasta la nuca, y mirada gris. Era Patrick Hockstetter, al verme se quedó paralizado, su madre salió para darnos espacio. Se iba acercando lentamente, podía ver en su mirada que no era el mismo pero me había reconocido.- Kendall... - dijo tocándome el pelo. Inmediatamente le abracé, tanto tiempo sin él, nunca había conocido a nadie que me había ayudado tanto, no había vuelto a tener relaciones desde que me fui de Derry, sentía que no podía hacerlo, su madre me dijo que él tampoco - ¿Qué haces aquí? No sabes lo que te he echado de menos -
Al escuchar aquello rompí a llorar, pensaba que no me había echado en falta pero al escuchar eso mi corazón dio un vuelco, me cogió de las mejillas y unió sus labios con los míos, algo que extrañaba.
Después de eso estuvimos hablando sobre cómo nos había ido, Patrick había empeorado bastante, pero conmigo era cariñoso, seguía protegiéndome, seguía amándome.2 meses después
La casa de mi padre nos pertenecía a mi hermano y a mi, llevé más ropa y algunos muebles ya que al final decidí mudarme. Mi hermano seguía en prisión, pero cuando saliera iba a venir también, había decidido continuar mi vida desde donde la dejé, volvía a ser mi yo de 15 años y eso me hacía feliz. Patrick y yo habíamos vuelto, algunos de los perdedores se iban a mudar pero otros se quedaban aquí esperando que hacer. Víctor me comunicó que Belch vivía en otra ciudad pero que venía una vez o dos al mes, se alegraría cuando me viera. Estaba en el salón de mi casa, en el cual murió mi padre. Patrick estaba a mi lado, estaba ayudándole a mejorarse, era la mejor para ayudarle, era la única que le entendía.
- Volvemos a ser reales - dijo Patrick mirándome para luego fundir nuestros labios en un beso.
- Siempre lo hemos sido -
ESTÁS LEYENDO
reales; patrick hockstetter
FanfictionKendall Bowers, hermana del matón de Derry, una chica con un pasado oscuro y una infancia complicada se enfrenta a sus problemas con la ayuda de sus amigos y el famoso grupo de su hermano. Allí conoce a alguien no muy distinto a ella, Patrick Hockst...