______ Lodbrok
Me miraba en el espejo, era lo único que hacia desde hace unos veinte minutos. El largo y elegante vestido rosado, con elegantes detalles, me quedaba a la perfección según mi madre. Aun así no era de mi agrado. Mi cabello, que generalmente es despeinado, ahora estaba entrelazado, formando una linda y larga trenza que caía sobre mi hombro.
—Madre... —susurré dejando de verme en el espejo.
—Cariño, tu carita me lo dice todo —acarició mi mejilla con una sonrisa apenada— Agradece que Estoico ordenó que tú e Hiccup se vieran semanas antes de la boda. Es una gran oportunidad para que lo conozcas.
No dije nada. Golpearon la puerta de mi cuarto, entendí que mi prometido estaba aquí. Sin mirar a mi madre salí del cuarto y me dirigí a la entrada de la gran casa en la que vivía.
Me detuve en seco cuando vi a un hombre barbudo, alto y robusto. Quizás tenía la edad de mi padre.
Me voltee rápidamente a ver a mi padre, mi madre se había unido a él hace unos segundos.
—¡Me dijeron que no me casaría con un viejo cuarenta años mayor que yo! —exclamé molesta.
Mis padres hicieron una mueca de vergüenza, a la vez que aquel señor reía a carcajadas.
¿Qué resultaba gracioso?
—Un placer señorita ______ Lodbrok, soy Estoico el Vasto, actual jefe de Berk, aunque mi lugar lo tomará pronto mi hijo —se hizo a un lado, detrás de él, un chico bajo, aún así más alto que yo, escuálido, de cabellos castaños casi rojizos y ojos verdes, estaba arreglando un pequeño aparato que tenía entre sus manos— Hiccup —Estoico murmuró molesto, dando un codazo a su hijo, aplicó la fuerza suficiente para que Hiccup casi cayera, no fue así, aunque su aparto sí cayó y se rompió en pedazos.
Genial, acabo de confundir a mi suegro con mi prometido.
—Oh, sí, disculpen —Hiccup habló con notable nerviosismo, rápidamente se agacho y recolectó las piezas de su aparato.
Voltee a ver a mis padres, ellos al igual que yo, estaban observando a Hiccup confundidos y extrañados por su comportamiento.
Estoico al notarlo, se aclaró la garganta.
—Disculpen el comportamiento de mi hijo —el padre del chico escuálido, tomó a su hijo de la armadura, obligándolo a pararse erguido otra vez— Hiccup no suele comportarse así ¿Verdad, hijo?
—Eh...claro —guardó las pequeñas piezas metálicas en los bolsillos de sus pantalones. Se aclaró la garganta, miró a mis padres y luego a mi— eh...Buenos días...
—Buenas tardes —saludé, corrigiendo a la vez su saludo con algo de burla en mi voz.
—Buenas tardes —volvió a saludar Hiccup algo avergonzado
—_____, hija, podrías mostrarle a tu prometido la aldea ¿no? —mi padre me abrazo por los hombros, caminó hasta ubicarme en frente de mi prometido— Estoico y yo tenemos mucho de que hablar.
Suspiré rendida y asentí.
[...]
—En mi opinión el bosque es el mejor lugar, nadie te molesta y estas rodeado de la naturaleza —caminé hasta el bosque luego de mostrarle rápidamente la aldea.
—Bueno, yo por lo general me lo paso en la herrería o descubriendo nuevos lugares —Hiccup caminaba a mi lado, rió bajo.
—¿Descubriendo nuevos lugares? —pregunté con algo de curiosidad.
Hiccup asintió, se mantenía serio. Quizás no quería hablarme del tema, así preferí no preguntar.
—Supongo que tampoco te agrada la idea del matrimonio... —dije apenada.
—Para nada —habló aún serio— Mi novia rompió conmigo hace unos meses y luego mi padre dice que tengo que casarme contigo —se encogió de hombros con la vista baja.
Dirigí mi vista hasta sus pies.
—Tienes una prótesis —se notaba mi asombro. alcé la vista y me encontré con los ojos esmeralda de mi acompañante— Perdón, no quería sonar entrometida o algo así... —susurré avergonzada.
—Descuida...es una gran historia —señaló su prótesis con la mirada mientras seguíamos caminando— Te la contaré algún día.
—Tendrás toda una vida para contarme —susurré.
Escuché el suspiro de Hiccup.
Ninguno quería atarse a este matrimonio.
Ahí comprendí que él también quería hacer tantas cosas como yo, y el matrimonio solo resultaba ser un gran obstáculo para alcanzar nuestros objetivos.
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Tratado Nupcial (Hiccup y Tú)
Fanfiction¿Casarme con alguien que no conozco de nada? ¿Qué tal si es un hombre 50 años mayor que yo? ¿Vivir en un matrimonio infeliz? Esas eran las preguntas que me hacia semanas antes de la boda. Mis padres habían firmado un tratado con el jefe de Berk, me...