Tratado Nupcial (Hiccup y Tú)

8

Hiccup Haddock

_____ tardaba en llegar, quizás se habrá perdido en el bosque, después de todo no conoce todo Berk a la perfección y debo confesar que yo más de alguna vez me he perdido en ese bosque. O tal vez solo quiere estar sola...sería muy malo que fuera a buscarla después de la discusión...o quizás demuestre que me preocupo por ella y que sí la quiero. 

No estoy seguro de qué debería hacer en una situación como esta, debido a que nunca he estado en una similar. 

Bien Hiccup, piensa con calma. Creo que lo correcto sería buscarla con sigilo y espiar para saber si esta bien, corro el riesgo de que me descubra, en ese caso me tomaría como un psicópata o algo similar.

En cualquier caso, prefiero saber como se encuentra. 

Tras colocarme mi armadura salí de la casa, camine por la aldea preguntado por mi esposa, unos Berkianos me al decirme que se había dirigido al bosque camine en esa dirección. Traté de no pisar las ramas y tropezar para que ella no me encontrara. Sin embargo, después de tanto buscar, no logré encontrarla. 

este es mi último recurso: 

 —¿_____? ¡Oye, disculpa por todo lo que pasó! ¡Dormiré en el sofá de ser necesario!— Grité mientras caminaba por el extenso terreno de tierra, rodeado de gran vegetación y fuertes árboles. 

Todo el lugar era de un verde, un color fascinante por supuesto, excepto por la capa blanca de mi esposa que yacía en medio de la vista. Me dirigí a recogerla ¿Se le habrá caído?. Deberá de estar cerca de ser así. 

Su capa estaba cubierta de tierra, miré alrededor, los arbustos y el césped estaban aplastados, como si alguien hubiera caído de aquí. Será mejor que siga el camino, el camino de las marcas del césped. 

Quizás solo fue algún dragón que se rascaba y dejó el lugar así, claro que debe de ser un dragón pequeño...fácilmente podría establecer cierta semejanza de tamaño con el cuerpo de _____, es pequeño.

...

¡_____! oh rayos, habían cazadores cerca. Mierda, debí venir a por ella desde el comienzo y no quedarme divagando en posibles soluciones. 

Corrí hasta llegar al punto en que el rastro había desaparecido. ¡No había nada!.

[...]

 —Secuestraron a mi esposa, debemos investigar quienes fueron y adonde la llevaron lo antes posible —expliqué a mis amigos; los gemelos, Patapez, Patán y Astrid— Pienso que Heather puede tener alguna pista, ella y su hermano recientemente se enfrentaron a un cazador de nombre....ehh —al tratar de recordar el nombre movía mi mano, esta situación me resultaba estresante. 

 —Drago Manodura —miré a Patapez, quien acababa de hablar. 

 —No, era Eret —Astrid pensativa lo miró mientras decía el nombre, luego asintió al estar segura de su información. 

 —No...Eret trabaja para Drago  —Aportó Brutilda, creo que es lo más sensato que ha dicho en su vida.— Eso dijo el hermano de Heather cuando la fui a visitar, o eso creo recordar, dudo que tenga malos recuerdos o la mala memoria como la de mi tía, mi mamá dice que de haber sido hija única habría sido mucho más inteligente, pero como mi apestoso hermano ocupó espacio en el vientre de nuestra madre, mi cabeza no se desarrollo como debería. 

Al tener la información necesaria, me dirigí a la casa de mi padre para comunicarle la información y el burdo plan que ya había formulado en mi cabeza.

 —¿Hijo? —alcé la mirada hacia mi padre, estaba cerrando la puerta de la casa, al parecer estaba por salir.— ¿Qué sucede? ¿Por qué esa expresión? Es algo del trabajo ¿Verdad? —río bajo— A mi también me costo acostumbrarme a tanto trabajo los primeros años, no es sencillo. 

  —No papá, no es por eso... —Inhalé profundo y exhalé antes de volver a mirarlo— Secuestraron a _____, sospecho que fue Drago....o alguno de sus hombres, Brutilda y Astrid aseguran que fue Eret pero en realidad no tengo idea. Planeaba decirle a los padres de ella y....y que busquen en... —pensaba en los lugares de mi mapa, por la frustración no conseguía recordar los nombres de los sitios— Mierda, no lo sé, tendría que avisarles, establecer equipos de búsqueda e ir por diferentes lados. Lo más sencillo es que un dragón rastreador siga el rastro de mi esposa pero....¿Qué pasa si tienen señuelos o son muchos cazadores? Además no estoy seguro de con quien estamos tratando

 —¿Drago? ¿Drago Manodura? —preguntó mi padre inquieto y exaltado. 

 —¿ES LO ÚNICO QUE ESCUCHASTE DE TODO MI PLAN? —pregunté casi gritando. 

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______ Lodbrok

Trataba de desatarme, estar entre cuatro paredes de madera, con barriles y mucha suciedad no era de mi agrado. Miré hacia arriba en donde estaba la trampilla de metal y trate de observar quienes se encontraban ahí, o bien una buena forma de escapar.  

 —¿Tu esposo es aquel famoso pacificador verdad? —Un hombre bastante musculoso para mi gusto se acercó a la trampilla para verme, al verle la cara me asusté— Oh linda, no pongas esa cara. No te haremos nada y menos yo, las de tu tipo no me van. 

 —Ninguna mujer te va.... —comentó alguien, a los segundos escuché varias risas. 

 —Eh...pues sí, mi esposo es un inteligente hombre, pacificador y AMO de los dragones —recalqué la palabra tratando de intimidarlo. 

 —Oh dulzura. Cree que Hiccup es el único capaz de domar dragones —Eret y sus colegas se lanzaron a reír, con carcajadas. Me miró y me negó moviendo la cabeza— Linda, debes conocer a Drago, él sí que es un domador de dragones. Estará contento de tenerte, estoy seguro de que nos serás de ayuda. 

 —No soy tonta —rodé los ojos— Escuché como uno de tus hombres hablaba de que no traen el cargamento de Drago, en otras palabras no traen dragones —me encogí de hombros con las manos atadas aún— Si crees que conmigo tu jefecito no se enojará contigo estas equivocado, te explico con muy simples palabras: No les sirvo para nada —comenté con una irónica sonrisa. 

 —Claro que lo serás... 

 —No —lo interrumpí secamente— El famoso domador de dragones, mi esposo, no vendrá por mi. Te lo aseguro. Tampoco seré alguna esclava o prisionera para tu jefe, pienso acabar con mi vida antes de llegar ahí. 

 —Tenemos a una suicida —comentó Eret con una sonrisa falsa. 

 —No, adoro la vida pero no pienso vivir de una forma miserable si estoy allá —me encogí de hombros. 

 Solo espero tener la oportunidad de escapar, no quiero morir, pero tampoco quiero estar ahí.