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 ______ Lodbrok

Cocinaba mientras pensaba en las palabras de Hiccup hacia su padre. Por su forma de referirse a Astrid...parecía que aún la quería. 

Supongo que debe ser así, a fin de cuentas me dijeron que ellos llevaban años de relación, de no ser por mi probablemente, seguirían juntos, quizás hasta estarían casados.

[...]

 —Lamento la tardanza —escuché decir a Hiccup en la entrada de nuestra casa.

Sin decir nada serví la comida, me senté y comencé a comer en cuanto él se sentó en frente de mi.

 —Oye...esta bastante bueno —comentó Hiccup luego de probar la comida, yo no dije nada—Oh vamos _____, ¿por qué no me hablas?

 —Hiccup... —suspiré— Lo que le dijiste a tu padre... —formulaba la pregunta en mi cabeza, sin embargo el nudo en mi garganta me impedía decirla en voz alta. Me había encariñado mucho de él como para querer saber la respuesta.

 —¿Si...? —Hiccup esperaba a que terminara de hablar.

Aún me creía incapaz de hacerlo, cerré mis ojos con fuerza y aparté la vista.

 —Aún quieres a Astrid ¿verdad? —solté rápidamente.

  —Yo...no, no la quiero como antes —escuché un pesado suspiro de su parte— Solo me sorprendió que mi padre haya hecho eso, y más aún que tratara de convencerte para que tengamos un hijo.

 —No quiero tener un hijo —lo miré seria— Un bebé es el fruto del amor entre dos personas —resumí.

 Hiccup se quedó pensativo hasta que volvió a hablar.

 —Dices que...¿no nos queremos y por eso no podemos tener un bebé? —preguntó dubitativo.

 —Vaya, tardaste en darte cuenta —comenté algo molesta— y debes admitir que tengo razón, nos vimos obligados a casarnos cuando no nos conocíamos de nada...por Odín, llegué a confundir a tu padre contigo el primer día que nos vimos —me puse de pie y llevé mi mano a mi frente al recordar aquel suceso tan vergonzoso para mi. 

 Sentí las manos de Hiccup sobre mis antebrazos, los bajo y tomó mis manos mientras me miraba, yo por otro lado, bajé la mirada viendo nuestras manos.

 —Yo sí te quiero —sentí su mano en mi mentó, de modo que tuve que alzar la vista y encontrarme con su mirada. 

 —...la comida se va a enfriar ¿sabes? —pregunté evitando reír.

Sentí sus labios sobre los míos, sin salir de la sorpresa cerré mis ojos correspondiendo el beso. Al recordar lo que ocurrió en el despacho de su padre, rápidamente me aparte de él.

 —No puedes besarme así —aún sorprendida me alejé de él y me abracé a mi misma— Hiccup ¿recuerdas como me trataste estando con tu padre? porque puedo refrescarte la memoria —fruncí el ceño mientras lo miraba fijamente.

 —______, lo sé y perdón pero... —trató de explicar nervioso, con las mejillas ruborizadas. 

 —¡No! ¿Acaso pensaste que con el beso se me iba a pasar el enojo? ¿Ahora que no estas con Astrid te conformas conmigo? —aún más molesta me dirigí a la puerta de nuestro hogar— Disfruta la comida —sin esperar a que me respondiera, salí de la casa y caminé con rapidez.

[...]

Luego de tanto caminar, había logrado perderme en el frondoso bosque. Debido a la furia no preste atención al camino, solo pensaba en escaparme de él. 

Di un fuerte grito cuando quedé atrapada en una red. Miré confundida hacia todos lados, traté de encontrar una salida a la red. 

 —¿Quién mierda pone una red en medio del bosque? —jalé las cuerdas de la red tratando de liberarme.

Escuché unos murmullos, sin embargo no logré descifrar el lugar de donde estos provenían. Asustada comencé a mirar hacia todos lados.

 —¿Qué? Estas trampas son para dragones no para... —al escuchar aquella voz masculina que desconocía, me voltee. Era un hombre musculoso, tenía extrañas marcas en la barbilla, que a simple vista solo parecía una extraña barba— Vaya vaya, miren chicos, hoy logramos capturar a la linda esposa del jefe de Berk —comentó mirando a los hombres que lo acompañaban. 

  —¿Tú quien rayos eres? —traté de que no se notara el temor en mi voz al hablar. 

 —Soy Eret, hijo de Eret —se presentó haciendo una pequeña reverencia—Un gran cazador de dragones. 

Al escuchar lo último sentí las manos frías, mi corazón latía rápidamente. Hiccup había hablado conmigo y me había informado que habían barcos de cazadores cerca. No comprendo como lograron entrar. No tengo ideas de como defenderme, será sencillo que me hagan algo.

Volví a reaccionar cuando sentí firmes manos atándome. Me habían sacado de la red y me habían atado para que no pudiera defenderme. 

A pesar de ello forcejee como pude, sin embargo, no conseguí librarme de ellos. 


Tratado Nupcial  (Hiccup y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora