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Hiccup Haddock

Trabajando en la herrería, pensaba en mi compromiso. Tendría que casarme dentro de unos pocos días, no quería hacerlo.

No sé nada sobre _____ ni ella de mi.

¿Cómo acabará esto? Será un desastre total

—Ey, no sé en qué piensas tanto, pero acabas de romper esa espada y no fue fácil hacerla —Bocón señaló con su mano postiza la espada que estaba afilando, la afilé tanto que llegó a partirse en dos.

—Oh sí, disculpa, yo... —nervioso observaba la espada— haré otra ahora mismo —iba a ir por los materiales hasta que escuché el largo suspiro de Bocón, me detuve y lo miré.

—Hiccup, ve a distraerte, vuela con Chimuelo o anda con los chicos, solo...no pienses tanto en lo que viene

Asentí ante las palabras de Bocón, disculpándome otra vez y agradeciendo salí de la herrería, comencé a caminar sin rumbo alguno.

Guiándome por los gritos de los gemelos y Patán llegué al ruedo, estaban todos, incluso Astrid.

Estar con ella era incómodo, habíamos terminado y yo aún la quería.

Decidí dar media vuelta e irme, caminar por el bosque...o trabajar en una nueva ala para Chimuelo

—Hijo, tenemos que hablar —mi padre se acercó hasta mi.

Suspiré pesadamente, últimamente solo hablaba de mi compromiso y era lo único que buscaba evitar.

—Claro ¿Qué pasa? —pregunté lacónico mientras me cruzaba de brazos y suspiraba.

—Adelantamos la boda, tenemos todo listo. La comida, los trajes ¿Por qué esperar más? —resumió con gran entusiasmo y una gran sonrisa.

—¿Qué? Bien, te daré motivos para esperar más —pensé durante un momento— no, te daré solo uno: ¡Mi libertad! Eso es lo que me estás quitando adelantando el matrimonio ¡Los pocos días que tengo de libertad!

—Hiccup...

—¡No! ¡No comprendes! ¡Me estas obligando a casarme con una chica que solo vi una vez! ¿Qué esperabas que pasará? ¿Amor a primera vista tal vez? —pregunté haciendo notar la ironía—  ¿¡Sabes lo infeliz que estoy comenzando a ser!? No quería ser jefe y menos casarme si no era por amor... —fue lo último que dije antes de evitarlo y volver a mi hogar.

Sentí aquel molesto nudo en mi garganta, me encerré en mi cuarto comenzando a liberar mis lágrimas.

Llorar no es malo...que un hombre lloré no está mal ¿Verdad?

.

.

.

______ Lodbrok

Acababa de hablar con mis padres, me dieron la peor noticias de todas:

La boda sería en dos días.

—¿Por qué pensaron que eso me encantaría? —pregunté molesta, me puse de pie empujando la silla y golpeando la mesa en la que estábamos cenando.

—Cariño, compórtate —exclamó mi madre haciendo una expresión de disgusto.

—La boda ya fue fijada, tu madre ya se encargó de empacar tus cosas, en Berk ya tienen los preparativos casi listos —mi padre cortaba su trozo de carne con tranquilidad.

—¡No! ¡No quiero —exclamé molesta.

—¡Maldita sea ____! ¡Deja de hacer tus absurdos berrinches y compórtate como una mujer de una buena vez! —mi padre enterró el cuchillo en la mesa a la vez que se ponía de pie.

Nunca me había levantado la voz de aquel modo, y menos había hecho algo tan agresivo.

—¡Amor! —mi madre se puso de pie deteniendo a mi padre por si hacia algo más

—Iré a mi cuarto —fingiendo tranquilidad y con una falsa sonrisa, acomode mi falda dispuesta a salir del lugar.

—No seas irrespetuosa y termina de cenar —mi padre me miró con seriedad, solo enfurecí más.

—¿Irrespetuosa? ¿Cómo quieres que actúe? Seré la mujer perfecta el día de mi boda. Hoy haré lo que me dé la gana, en pocos días no podré hacerlo porque decidiste atarme a alguien a quien no conozco. —sin más salí del lugar y fui a mi cuarto.

Sólo dos días.

Caminé a mi cama

Dos días y estaré casada con Hiccup, El vikingo que apenas conozco.

Tratado Nupcial  (Hiccup y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora