FÜR DICH ( Yoongi y T/N)

Capítulo 15

Salí casi corriendo de casa porque me había levantado tarde.
Y eso fue porque el despertador sonó y lo apagué; me quedé un rato en la cama y sin querer me volví a dormir.

Llegué a la escuela y noté que había todo un relajo.
Había alumnos con otros uniformes entrando y saliendo.

Fui hasta el salón y vi que todos estaban platicando en pequeños grupos, entonces decidí preguntarle a una compañera lo que estaba pasando.

—¿Qué es todo eso? ¿Sabes qué está pasando?

—Es que hoy es la competencia —respondió ella.

—¿Competencia de qué?

—De atletismo y hoy compiten Tomy y Jungkook en la carrera de relevos.

—Ah, así que es eso.

—Si —Se dió la vuelta y siguió platicando con otras chicas; yo me fui a mi lugar.

Todo eso era algo que no sabía, ya que cuando ingresé a la escuela el curso ya había empezado.

Me quedé sentada en mi lugar observando cómo los compañeros entraban y salían a cada rato, era como si todos estuvieran ocupados en sus asuntos pero en ningún momento había visto a Jungkook.

Estaba empezando a aburrirme y salí del salón para desestresarme.
Me dirigí al jardín y desde lo lejos pude ver a Jungkook, cabizbajo, sentado sobre la banca, bajo la sombra de ese gran árbol.
Me acerqué hasta él y le hablé.

—¿Jungkook? —Él se enderezó  y giró a verme.

—Hola T/N, no te había visto. —Se recorrió para que yo me sentara y me senté junto a él.

—Escuché que vas a competir hoy.

—Si, aunque estoy un poco nervioso.

A decir verdad no parecía tener el ánimo suficiente, se veía realmente desenfocado o frustrado por competir.

—Pero te has estado esforzando mucho.

—Si, pero no quiero defraudar a nadie.
Es una competencia importante para poner en alto la escuela y sé que todos confían en que ganemos hoy. ¿Pero qué pasa si no ganamos?

—Nada —respondí sin más y él me miró confuso—. Creo que no pasa nada si no ganas. Deberías relajarte, te he visto entrenar dando lo mejor de tí.
No hay forma de saber si ganarás o no, pero debes disfrutarlo, no lo veas como un deber o se convertirá en una carga para tí. Solo piensa que lo haces por ti y no por los demás.
Que tan solo por correr ya estas demostrando un gran valor, y eso debería ser suficiente.
Si los demás no quieren reconocerlo es su problema.

Jungkook se quedó pensativo y dio un gran suspiro.

—Gracias T/N, no sabes cuánto me ayudan tus palabras.
He estado siempre acostumbrado a luchar por lo que deseo y lo hago solo porque nadie me exige ser de cierta manera, pero aquí es diferente porque todos tienen pensamientos erróneos sobre mí y quería demostrar que no soy como ellos piensan. Aunque.... tal vez no haga falta, mientras haya una persona que crea en mí, con eso es suficiente. —Me vió a los ojos—. ¿Crees en mí?.

—Claro que creo en tí —respondí segura de mí misma.

Jungkook sonrió y se puso de pie, en ese momento se veía más relajado.

—Te veo en un rato, gracias por tus palabras. —Se dió la vuelta y empezó a alejarse.

—No hay de qué. ¡Iré a verte correr! —le grité  y él levantó su pulgar mientras se iba.

Luego de un rato me levanté de la banca y antes de ir a ver a Jungkook quise pasar a la cafetería.

Llegué y había bastante gente.
Me dirigí al mostrador para pedir algo pero antes de llegar hasta allá, la conversación de dos chicas que estaban sentadas tomando una bebida, me hizo detenerme.

—Ya veremos que tan bueno resulta Jeon.

—No lo sé, pero será agradable verlo, aunque sea para hacer el ridículo. —Empezó a reír—. No sé cómo lo eligieron a él.

—Ya sabes lo que hace el dinero.

Las dos chicas empezaron a reírse o mejor dicho a carcajearse y yo estaba que me hervía la sangre del coraje.
Me di la vuelta y las señalé con mi dedo.

—¡Ustedes! —Ellas giraron a verme—. ¡Deberían sentir vergüenza! —Al gritar de esa manera todos los presentes giraron a verme—. ¡Por hablar de alguien así a sus espaldas, Jungkook no es como ustedes piensan y el hecho no conocerlo no les da el derecho de juzgarlo! ¡Tú! —Señalé a la chica que se rió primero—. ¡Deberías estar en su lugar para ver si eres capaz, o solo lo haces por hablar!

Todos enfocaron su vista a la chica pero ella solo se quedó mirándome.
No dijo nada, tomó su bolso que estaba sobre la mesa y se fue, seguida de la otra chica.

Por un instante creí que me respondería.
No supe en que estaba pensando, nunca me gustó causar problemas, siempre traté de pasar desapercibida en la escuela sin causar conflicto a nadie.

Me senté en una mesa vacía tratando de reflexionar lo que había sucedido.
Mai llegó y se sentó frente a mí.

—Que valor para hablarle así a la hija del director.

—¡¿A la qué?! —exclamé con sorpresa.

—En serio, que valiente eres. Anna es la hija del director y Soo es su sobrina.

—¿Qué? —Puse las manos en mi cabeza y me agaché.

Era probable que eso tuviera repercusiones en el futuro.
Si ya me había dado cuenta que no les agradaba a los demás por la forma en que me veían cuando estaba con Jungkook y ahora eso.

Mai puso su mano sobre mi espalda.

—No te apures —me dijo—. No dijiste nada que no fuera verdad.
Y no pareció una ofensa, solo estabas defendiendo a Jungkook.

Asentí con la cabeza y Mai se fue.

Me levanté y me fui directo a la cancha para ver a Jungkook.

Había muchisima gente en las gradas y como pude me senté en un lugar vació que encontré.

Pasaron muchas competencias pero la que realmente me importaba ver era la de Jungkook.

Finalmente llegó su turno y ellos salieron a la cancha.
Ahí estaba Tomy y Jungkook; a los demás no los conocía.

El silbato sonó y la carrera empezó.
Era increíble ver la velocidad con la que corría, el bullicio de la gente llenaba el lugar.

Sentí ganas de gritar y estaba tratando de contenerme.
La carrera terminó con Jungkook llegando en primer lugar.

Él y los otros chicos estaban festejando en la cancha, abrazandose unos a otros.
Posiblemente no iba a escucharme con tanto ruido, me puse de pie y grité.

—¡JEON JUNGKOOK!

Jungkook se separó del grupo y giró la vista hacia donde yo estaba.

Me quedé paralizada, todos a mi alrededor gritaban, festejan, se movían.
El tiempo se detuvo para mí, solo ante mis ojos estaba Jungkook, ahí parado sobre la cancha con la vista enfocada hacia mí.
Una hermosa y gran sonrisa dibujada en su rostro hizo que se descongelara el tiempo o el espacio entre nosotros.
Correspondí a esa sonrisa y aunque posiblemente la mía no transmitía los mismos sentimientos, la de él era tan brillante, tan pura y llena de bondad.

«Ahora es cuando no me siento arrepentida de haber enfrentado a esas chicas»